miércoles, 8 de noviembre de 2017

CRÓNICAS EN CLAVE DE NAFTALINA

La mujer trabajaba como prostituta en nuestra ciudad. Lo cierto es que, a principios de 1996, denunció públicamente que el comisario Héctor Iglesia le “exigía peaje para trabajar”. Y, como se negó a pagarlo, señaló: “Me dijeron que me iban van a matar un viernes y que me tirarían a la ría para alimentar a los peces”. Esto lo denunció ante las cámaras de un noticiero de la tele local. 
Unos días después Viviana apareció muerta al costado de un camino de tierra que une los puertos de Ingeniero White y Galván. Las primeras sospechas indicaban que la habían asesinado en otro lugar y que, luego, tiraron su cuerpo donde fue encontrada. Tenía 26 años.
Los misterios y las dudas acerca de este asesinato jamás fueron develados y, lo que sigue, desnuda ese hecho...

VIVIANA AGUILERA: UN CRIMEN IMPUNE EN BAHÍA...
Enmarcado en las oscuras aristas, en las que suele transitar el ámbito de la prostitución, en las primeras horas del viernes 17 de octubre de 1997 --en una pendiente de un improvisado basural ubicado en el camino viejo a Puerto Galván-- se descubrió el cuerpo sin vida de una joven que, un año antes, había denunciado apremios ilegales por parte de la policía.


La víctima resultó ser Viviana Roxana Aguilera que vivía en un departamento interno de Italia 55 (inmueble derrumbado poco después del hecho). Su concubino, al momento de ser hallada muerta, era Claudio Oscar “El Araña” Lapizondo.
En el momento del hallazgo la policía de la seccional Tercera, de Ingeniero White, informó que la mujer "presentaba signos de estrangulamiento con una cuerda" precisando que se hallaba semidesnuda.

Dr. Miguel Angel Asad
“Dos vagabundos declararon que vieron como la descargaron de un patrullero”, señaló en aquel momento el abogado Dr. Miguel Angel Asad, patrocinante de la familia de la víctima. Lo cierto es que uno de ellos murió y el otro desapareció.
Según el letrado la policía detuvo a dos hombres. Uno de ellos era Lapizondo (pareja de la víctima)  y el otro un amigo de éste: Pedro Edgardo Dálbora (de 39 años). 
La causa recayó en el  juez en lo Criminal y Correccional Nº 6, Enrique José Montironi, que los procesó. Pero la Cámara de Apelación revocó la medida y los dejó en libertad.
Mientras tanto, el Dr. Asad, siguió manifestando que el crimen tuvo "tintes mafiosos"

No pocas mujeres de la ciudad, y de diferentes clases sociales, salieron a la calle a repudiar el hecho. 
Según la pericia de la autopsia, Aguilera habría muerto entre 6 y 9 horas antes de ser encontrada. También se estableció que fue ultimada en otro lugar y que trasladaron el cuerpo hacia ese sitio.
Su cuerpo había sido encontrado gracias a un llamado anónimo --de una voz masculina-- que avisó al Hospital Menor de Ingeniero White que estaba tirado en un basural. 
De inmediato llegó al lugar una ambulancia del nosocomio y se encontró con el cadáver. Unos minutos más tarde lo hicieron los integrantes de la Brigada de Investigaciones de Bahía Blanca y de la comisaría tercera de Ingeniero White. 
Estaba vestida con un pantalón de jean, una campera y zapatillas.

El Dr. Enrique Montironi, a cargo del Juzgado en lo Criminal y Correccional número 6 de la ciudad, llegó al lugar a las 11 de la mañana del día del crimen. 
Decretó el secreto del sumario.
Y la justicia enmarcó el caso caratulándolo como "homicidio por estrangulamiento"
Así lo reveló la autopsia posterior. 
Las primeras investigaciones indicaron que, Viviana, no fue asesinada donde fue hallado el cuerpo sino en otro lugar. 
Su cadáver habría sido arrastrado por el asesino hasta el basural en que lo encontraron. Esta hipótesis se basó en la posición en la que fue hallado el cuerpo: tirada sobre el suelo y con la pierna derecha doblada hacia atrás.
La investigación también determinó que, Viviana, lograba "clientes" en la esquina de Donado y Ángel Brunel a muy pocas cuadras de la Plaza Rivadavia. 
El paso del tiempo, y la inacción policial y de la justicia, logró que el caso ingresara en el "túnel del olvido".

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