miércoles, 8 de noviembre de 2017

DIOSAS INOXIDABLES

Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica. 
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...  

TANIA: LA GUERRILLERA ARGENTINA DEL CHE...
Su verdadero nombre era Haydée Tamara Bunke Bider y había nacido el 19 de noviembre de 1937 en la Capital Federal. 
Su padre --Erich Bunke-- era alemán y su madre, Nadia Bider, polaca. Ambos, escapando de los nazis, tuvieron que refugiarse por algunos años en nuestro país. 


Con el tiempo la única hija de ambos pasaría a la historia como “Tania la Guerrillera del Che”.
Lo cierto es que, los Bunke Bider, retornaron a Alemania y --con tan sólo 18 años-- la joven fue admitida en el Partido Socialista Unificado de Alemania. 

Con el paso del tiempo se transformó en un componente (quizás el más escondido y secreto) de un complejo entramado --denominado  "Operación Fantasma"-- para instalar guerrillas en el cono sur de América. 
El 12 de mayo de 1961 la joven arribó a La Habana invitada por el Ballet Nacional de Cuba. 
Hasta 1963 trabajó como traductora (hablaba a la perfección el alemán) en el Ministerio de Educación. 
Pero en un anochecer, de marzo de 1962, su vida dio un enorme giro. Fue el día que Manuel Piñeiro, jefe de la inteligencia cubana, la convocó a su casa. 
Le propuso que abandonara su trabajo público y que se preparara para la vida clandestina. Le dijo que querían enviarla, en secreto, a un país desconocido. 

La joven aceptó el reto y escogió “Tania” como nombre de guerra rememorando a Soja Anatoljewna Kosmodemjanskaja --chica soviética de 18 años-- que usó ese alias y que había sido ejecutada el 29 de octubre de 1941 por las fuerzas alemanas de ocupación.
Antes de comenzar su actividad de espía Tania conoció al Che Guevara.
Finalmente, y con el pseudónimo de Laura Gutiérrez Bauer, cumplió la misión secreta encargada por Piñeiro --y en particular por el Che-- de viajar al país del altiplano y establecer relaciones con la clase gobernante y el ejército de Bolivia, a donde llegó a fines de 1964. 

A principios de 1967 guerrilleros cubanos --comandados por el Che-- se infiltraron en Bolivia. 
Se dividieron en dos grupos y, el que integraba “Tania”, cayó en una emboscada que les había tendido el ejército boliviano y la CIA norteamericana.
Pero “Tania” cayó al río, su cuerpo fue tragado por la correntada, y su cadáver fue encontrado el 6 de septiembre de ese año por soldados bolivianos. Sus restos fueron enterrados en el Regimiento Pando en un ataúd de madera.
Desde 1998 sus restos descansan en el mausoleo erigido al Che, y a sus compañeros, en la ciudad de Santa Clara.

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