miércoles, 27 de febrero de 2019

DIOSAS INOXIDABLES

Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica. 
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...  

MARGOT FONTEYN
Su verdadero nombre es Margaret Hookham y nació en la localidad de Surrey (Inglaterra) el 18 de mayo de 1919. Ya desde niña su sobrenombre fue "Peggy".


Fue una deslumbrante bailarina clásica a la que se le dio el título de "prima ballerina assoluta" y está considerada como la mejor de su tiempo. 

También fue galardonada con el premio "Dame".
Inició sus estudios de danza clásica en Shangai (China) y luego los prosiguió en Londres. A
 los 14 años realizó un casting para el "Vic Wells Ballet" con el que debutó en 1934.
Para 1939 ya había interpretado los roles principales de los ballet clásicos como "La bella durmiente", "Giselle" y "El lago de los cisnes".
Desde 1943 Margot mantuvo una larga relación con el compositor británico, Constant Lambert, con quien se casó.
Su carrera continuó en ascenso y ya, hacia finales de la década del '50, había deslumbrado al mundo.
Separada años más tarde, en 1956 volvió a contraer nupcias con Roberto Arias, un diplomático y playboy panameño. 
Por eso su vida se dividió entre bailar y cumplir el rol de esposa de un embajador.

Cuando en 1961 el bailarín Rudolf Nureyev escapó de Rusia, la coreógrafa Ninette de Valois lo invitó a bailar en Londres como partenaire de Margot que, ya por entonces, era la estrella del Royal Ballet de Londres.
Y, así esta pareja de eximios bailarines, se convirtió en la más famosa en la historia del ballet clásico.
Fue tan grande la pasión que despertaban en el público que, durante una función en Viena, tuvieron que salir 89 veces a saludar luego que el telón había caído.
Margot se retiró en 1970. Tenía 50 años de edad. A partir de entonces se radicó en Panamá.
Fallecido su marido se mudó a una chacra, denominada "La quinta pata", y que ella consideraba como su paraíso personal.
Margot dejó de existir a los 71 años, el 21 de febrero de 1991.
Una estrella se había apagado en la tierra... para encenderse en el cielo.

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