Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…
MACROCENTRO:
EL ENCANTO DE LAS CÚPULAS
Son contadas las cúpulas de nuestra ciudad que resistieron al paso de los años. Salvo las de algunas iglesias, las demás fueron conociendo el lacerazo golpe de la piqueta, el derrumbe y el olvido indiferente de sus ocupantes. Pero lo cierto es que, Bahía Blanca, puede seguir exhibiendo orgullosamente sus “casas chorizo”, algún que otro chalet del pasado y no pocas obras de arquitectos reconocidos.
Pero, a fuer de ser sinceros, existen en la actualidad pocas cúpulas de las tantas que otrora exhibiera la ciudad. Y habrá que reconocer que, la arquitectura, es una disciplina con muchos significados escritos en ladrillo, piedra y hormigón.
La cúpula --y su linterna u óculo-- es uno de esos mensajes ya que, por ella, ingresa un rayo de luz que la irradia dentro de lo más alto del edificio. Claro que no faltan los esotéricos que ven, en este óculo, la representación del polo del casquete terrestre, lo que explica el ingreso de la luz por ese sector.
La cúpula --y su linterna u óculo-- es uno de esos mensajes ya que, por ella, ingresa un rayo de luz que la irradia dentro de lo más alto del edificio. Claro que no faltan los esotéricos que ven, en este óculo, la representación del polo del casquete terrestre, lo que explica el ingreso de la luz por ese sector.
Así se veía la casona en los '50 |
Todos estos significados, o ideas, pueden que hayan sobrevolado la mente de quien ideó esta vivienda que se levanta en Sarmiento y la avenida Alem.
Y algo que llama poderosamente la atención en esta casona es el remate superior con la cruz.
Y, aunque cuesta demasiado imaginarse la ciudad de antaño, es de suponer que la cúpula competía simpáticamente con el mirador de la María Luisa, actual Museo de Arte Contemporáneo.
La imaginación nos abre la puerta a suponer las razones del por qué, esta torre, exhibe una cúpula de remate que sólo lleva a la terraza que muestra una bella pérgola sobre la avenida Alem. Así una mirada mercantil, o especulativa, nos llevaría a suponer que hubo planes de ampliar la casona a la que, de ser esto así, le estarían faltando dos alas más en su planta alta.
La arboleda del sector, y las veredas estrechas de la calle Sarmiento, generan que esta vivienda magnificente sobre la tradicional avenida, pase desapercibida para el ojo urbano.
El periodo de construcción se ubica entre los años 1905 y 1915 y, su estilo, es típicamente francés.
Nota: mucho agradezco, en esta sección, la colaboración del arquitecto Claudio Ballesi.
Celular: (0291) 156 490 365 - Fijo: (0291) 455 9468
Mail: claudio_ballesi@yahoo.com
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