miércoles, 28 de mayo de 2014

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

MACROCENTRO:
CUANDO SE MUTILA UNA JOYA


No pocas veces, y en esta sección del blog, hemos criticado verdaderos  “crímenes arquitectónicos” en los que las pruebas del delito fueron rápidamente eliminadas mediante convenientes demoliciones. 
En otras ocasiones no se demolió pero, lastimosamente, se practicaron “amputaciones” en la fisonomía de las pocas mansiones o casonas que aún quedan en pie en la ciudad. Y esto es lo que ha ocurrido con la mansión que se levanta en la calle Güemes 356. Muestra, en su fachada, líneas toscanas tanto en el almohadillado cromático (entre el revoque y el ladrillo visto) como en las salientes que coronan su techo.
Y, a simple vista, queda de manifiesto la “amputación” que sufrió en el costado izquierdo de su planta baja. Así la casa, que exhibía líneas homogéneas en sus orígenes, ha perdido parte de su encanto. O bien existió un portón en ese sector de la vivienda o fue demolida una de las habitaciones del frente. Suponemos que, la primera, es la opción válida teniendo en cuenta que, la prosapia de sus moradores originales, daba como para suponer que disponían de vehículo.
Su construcción data del período que va de 1915 a 1925 y el diseño es del arquitecto Bernardo Paesa.

Nota: mucho agradezco, en esta sección, la colaboración del arquitecto Claudio Ballesi.
Celular: (0291) 156 490 365 - Fijo: (0291) 455 9468
Mail: claudio_ballesi@yahoo.com

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