miércoles, 16 de julio de 2014

CRÓNICAS EN CLAVE DE NAFTALINA

A fines de la década del ’60 el mundo asistía, azorado, a la carrera espacial que disputaban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y los Estados Unidos.

Los rusos llevaban la delantera. El 4 de octubre de 1957 habían puesto en el espacio el “Sputnik I”, primer satélite en orbitar la tierra. Poco después, el 3 de noviembre de 1957, al primer ser viviente: la perra “Laika”. Y, por si cabían dudas de la supremacía soviética, el 12 de abril de 1961 enviaron al espacio a Yuri Gagarin que se convirtió en el primer cosmonauta espacial.
Los norteamericanos sabían que estaban perdiendo la carrera y que, para continuar liderando el mundo occidental, debían hacer algo que impactara. Y la conclusión fue enviar una tripulación a la Luna.
Lo lograron. La noticia dio la vuelta al mundo empequeñeciendo los viajes de Marco Polo y Cristóbal Colón. Pero aquel vuelo de la Apolo XI, y el alunizaje de dos de los astronautas (Neil Armstrong y Edwin Aldrin), generó no pocas dudas.
El informe que sigue arroja más sombras que luces sobre aquel histórico viaje…


APOLO XI: ¿EL FRAUDE DEL SIGLO?

La tripulación de la Apolo XI
El 20 de julio de 1969 millones de habitantes de todo el planeta presenciaron el acontecimiento del siglo: la llegada del hombre a la Luna.
Tiempo después comenzaría una polémica que desluciría la hazaña. 
Es que se acusaba a los EE UU ¡de fraude!!. Porque las fotografías que tomaron los astrounautas, sus paseos lunares y algunos accidentes técnicos mostraban incómodas “anomalías”.
Y existen dos teorías sobre este presunto fraude: una señala que fuimos engañados y que la misión fue un montaje marketinero para demostrar el poder norteamericano sobre los rusos en plena guerra fría. La otra teoría --más creíble que la anterior-- indica que el hombre efectivamente estuvo en la Luna pero que, varias fotografías, fueron realizadas en un laboratorio secreto de la NASA. 
Y las fotografías más controvertidas son las que siguen:

Se puede observar a Neil Armstrong y Edwin Aldrin colocando la bandera de los Estados Unidos. La imagen fue tomada por una cámara de 16 mm montada sobre el Módulo Lunar. 
La sombra de Aldrin (flecha verde) es bastante más larga que la de Armstrong. Como la única luz en la Luna, y la única luz empleada fue la del sol, las sombras no deberían aparecer desiguales.
Y si Aldrin hubiera estado más elevado que Armstrong --o efectuando un salto-- la sombra, entonces, debería haber sido aún más grande. Y si hubo más fuentes de luz, entonces se apreciaría más de una sombra.




Aldrin está de pié con el sol casi a su espalda. En la Luna sólo hay una fuente de luz: precisamente el sol. 
Por eso, el contraste entre la oscuridad y la claridad, es absoluto porque además no hay atmósfera. Entonces sería imposible que se vieran tantos detalles de su traje espacial.
Por otra parte, en el casco, se observa un extraño objeto reflejado del que nunca se dieron precisiones.
La cámara con la que se obtuvieron todas las imágenes, durante la estadía en la Luna, fue una marca Hasselblad.



Cuando el Módulo Lunar se posó en la Luna no produjo ningún cráter entre sus patas. 
Sin embargo era considerable la cantidad de polvo lunar que debió haber levantado durante su descenso.
Pero además, y debajo del Módulo, aparece una huella aunque nadie pisó suelo lunar antes del descenso de los norteamericanos.
Pero hay más: a la izquierda del Módulo se pueden leer claramente las palabras “United State” aunque nada las estuviera iluminando. Aldrin dijo que no había refracción de la luz. Pregunta: ¿hubo alguna otra fuente luminosa? ¿Cuál? ¿De dónde provenía? ¿Natural o artificial? Demasiadas preguntas y ninguna respuesta.

Volviendo a la leyenda “United State”, desde otro ángulo, sigue pudiendo leérsela lo que es imposible porque el Modulo estaba de espaldas al sol y se sabe, en el mundo científico, que en la Luna la sombra es absoluta. 
Además en el cielo, curiosamente, no aparecen estrellas. 
También es extraña la leve sombra que permite ver los detalles del traje del astronauta.




La bandera, que muestra la imagen, parece ondear. Pero, en la Luna, no hay viento. Y nadie, en la NASA, fue capaz de explicar esta curiosidad.



En esta foto aparecen los astronautas que, tras su retorno al planeta, fueron sometidos a una cuarentena. Se los ve, en la internación, saludando a sus familiares a través de una ventana. 
Y esto es lo que, en su momento, llamó la atención: la larga cuarentena a la que fueron expuestos los astronautas de la Apolo XI tras su vuelta a la Tierra.
Una cuarentena totalmente innecesaria ya que, en el espacio, no existen organismos o bacterias vivas. Por eso no pocos se preguntaron ¿para qué utilizaron ese tiempo los técnicos del gobierno? ¿Para darles instrucciones de cómo guardar el secreto de la “fantasía” que se le había vendido a la humanidad?

Conclusión: se sabe que, ninguno de los astronautas de la Apolo XI, volvió a ser igual que antes de realizar el viaje. Sus familiares y amigos cuentan que cambiaron su comportamiento y hasta sus creencias religiosas. Por eso no son pocos los expertos y científicos que se preguntaron ¿que ocurrió en la Luna? ¿Existió ese viaje?
Que cada uno saque sus propias conclusiones…

2 comentarios:

  1. Curioso que ningun satelite que circunvalo la luna registrara los restos del modulo lunar.

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