miércoles, 3 de diciembre de 2014

EDITORIAL

AGUANTE LA FICCIÓN CARAJO

Para el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra “ficción” significa “acción de fingir” o “referencia a lo que es ajeno a la realidad”.
Y cuando la “ficción” logra credibilidad hasta se puede ganar un premio “Martín Fierro”
Porque seguramente la emoción de María del Carmen “Mariquita” Valenzuela --cuando recibió en el 2002 una de las codiciadas estatuillas-- le generó la frase que sirve de título para esta reflexión semanal. 

"Mariquita" Valenzuela
En su momento, lo de “Mariquita”, fue casi como un grito de guerra. 
Y la “ficción”, siempre, fue la herramienta que utilizaron narradores, libretistas y actores.
Claro que, a partir del 25 de mayo del 2003, la “ficción” fue descubierta por los políticos. Sobre todo por los kirchneristas que la enarbolaron a diestra y siniestra para contar una “realidad” que no era tal.
Y aquí cabría formularse una pregunta: ¿si sólo existiera el bien… habría “ficción”? Y la respuesta es que no. Porque el relato, necesariamente, debe tener un villano, “el malo de la película” o --traducido al lenguaje K-- “el otro”.

El modelo K
Aunque no es para extrañarse ya que es uno de los componentes de los denominados “populismos”
Porque la “ficción” es una herramienta que les permite glorificar lo “irreal”, aquello que sólo está en sus mentes y que utilizan con maestría para, disfrazar primero y vender después, una mentira. 
“Ficción” es lo que, de lunes a viernes, hace el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich en sus conferencias de prensa matutinas. 
Con extralimitaciones gestuales y verborrágicas. Al punto de llamar “Marmota” a un periodista (que no piensa igual que él) sin reparar que más “marmota” es él que cree --por caso-- las cifras de “ficción” del INDEC.
“Ficción” es el programa "Enamorar" última creación de un gobierno que sólo fomentó la desunión. "Ficción" es el programa de la tele pública "6,7,8".

El "Coqui" Capitanich
“Ficción”, por incomprobables, son los números que recita la presidenta en sus tediosas cadenas nacionales.
Personajes de “ficción” abarrotan este gobierno que se autodenomina “nacional, progresista y popular” aunque --muchos de quienes lo integran-- hayan “encanutado” dólares en paraísos fiscales. 
Una lista que incluye a estrellas de la “ficción” como Luis D’Elía, Aníbal Fernández, Diana Conti, Carlos Kunkel, Emilio Pérsico, Hebe de Bonafini y tantos otros “mutantes”.

Aníbal Fernández
Y lo de “mutantes” no es “ficción”
Porque todos ellos fueron --a su debido tiempo-- menemistas, duhaldistas y ahora kirchneristas porque el sol viró para ese lado. Aunque hoy sea un sol de ocaso.
“Ficción” fue la pelea con el campo. 
“Ficción” fue intentar “torpedear” (con la ley de medios) a las empresas periodísticas que consideraron opositoras. 
Tampoco de la furia K se salvaron los empresarios, la iglesia (salvo a partir del momento en que Bergoglio se transformó en el Papa Francisco) y la justicia a la que --por estos tiempos-- intentan cercar para “cubrir la retirada” luego que, en diciembre del 2015, tengan que volver al llano.
Eso sí: de ahora, y hasta esa fecha, habrá que ir sacando plateas. Porque el espectáculo de “ficción” que se avecina bien podría ser nominado para el “Oscar” de Hollywood… 

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