EL VERANO… Y LAS PAVADAS
El argumento sustentando que la denuncia del fiscal Alberto Nisman --¿suicidado? con un balazo en la sien-- fue un intento para desbaratarle el verano a los buenos argentinos, es una de las tantas ridiculeces que, a menudo, dispara el secretario de “Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional”, Ricardo Foster.
Porque intentar hacer creer que, esa muerte, fue un eslabón más de “la cadena del desánimo” a que nos someten “los medios hegemónicos” es ridículo.
Ricardo Forster |
En esa línea también había incursionado el desopilante Jefe de Gabinete, Jorge “Coqui” Capitanich.
Pareciera que quieren enmascarar, esa muerte, con el afán de la odiada “opo” de arruinarle el día de playa a los despreocupados veraneantes de nuestro país.
No les importa si lo que dicen es verdadero o falso.
Pero demuestra que, cualquier ciudadano de a pie, está mejor preparado que el impresentable Secretario del Pensamiento Nacional.
Es que los intelectuales, sumisos al Gobierno, han convertido su ideología en una camisa de fuerza más que en una invitación al pensamiento.
Playas bonaerenses |
Esa muerte inesperada fue, para ellos, un verdadero sismo político que los dejó perplejos.
Pero, en lugar de reconocer su ignorancia, apuestan a respuestas frívolas y disparatadas.
Es que no están preparados para los verdaderos problemas.
Aquéllos que no figuran en los manuales.
Pueden hablar de la dictadura del 76 porque ya la habíamos resuelto en los ’80. Pueden hablar del “imperialismo” porque es parte del vademécum de los ’60 y los ’70.
Todos somos Nisman |
Pero cuando se presenta en escena la República Islámica de Irán (glorificada por Hugo Chávez, Nicolás Maduro o Rafael Correa) nuestros intelectuales K se quedan sin letra y dicen cualquier cosa.
Pero hubo una muerte, señores. La de Alberto Nisman.
Y, a falta de alguna respuesta coherente y seria, Foster echó mano al “verano”.
Y habrá que tomarlo como de quien viene. Es decir "el pensamiento nacional y popular". Porque es lo que hay.
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