miércoles, 1 de abril de 2015

EDITORIAL

LLORÁ POR NOSOTROS, ARGENTINA

Allá por 1978 el musical fue legendario y dio la vuelta al mundo. Y el título de esta ópera rock aludía a las entrañas más sensibles de nuestro país y lo denominaron “Evita”
En especial la canción más conocida del musical: “Don't cry for me Argentina” (No llores por mí, Argentina).
La música fue compuesta por Andrew Lloyd Webber y la letra es de Tim Rice. 
En esencia la ópera rock representa un emotivo discurso de Evita desde los balcones de la Casa Rosada y frente a las masas de “descamisados”, tras ganar --Perón-- las elecciones presidenciales de 1946 y convertirse ella en la primera dama de nuestro país.

"No llores por mí Argentina"
Claro que, aquella Argentina, ya no existe.
Porque nuestro país, lamentablemente, se ha devaluado en los últimos años.
¿Qué tenemos hoy? Ignorancia en el manejo de las cuestiones sociales que son las que forman las bases de un país. 
Corruptela de “los de arriba” generando la eterna historia de rivalidades "tribales".
Ahora ya no somos “unitarios y federales”. Ahora somos nosotros mismos contra nosotros mismos.
Porque, elección tras elección, miramos para otro avalando un “modelo” donde la aceptación de lo incorrecto… es lo correcto. 

Argentina llora
Y somos muchos los que estamos en “el bando” que pretende un país mejor. 
Pero lo único que vemos son habituales gestos populistas engañando con palabras lo que, en los actos de gobierno, no aparece. Es ficción. Es relato.
Lo que hay son muchas preguntas sin respuestas. 
Qué sentido, por caso, tiene cumplir la ley, hacer denuncias, si acá nadie aprende de sus errores.
Si en las cárceles entran y salen y cada vez que salen se llevan la vida de personas inocentes.

Lloran las pibas
Realmente, y a esta altura, no cabe otra que la impotencia. 
Que es uno de los peores sentimientos.
Saber que nada cambiará. Que todo va a seguir así si no cambiamos nosotros. Porque la impunidad es la que prevalece. Y es frustrante.
Si no incluimos… lo único que conseguiremos será excluir a todos aquellos que quieren un país mejor. Un país distinto. Un país integrado por quienes estudian, por los que trabajan, por los que quieren progresar y que quieren ser tratados como ciudadanos.

Hasta CFK llora
Basta del país de los Boudou, de los Jaime, de los Cristóbal López y de los Lázaro Báez.
Basta del "choreo" en la obra pública.  
Basta de estigmatizar a quien piensa distinto. 
Basta de pretender "colonizar" a la justicia.
Digámoslo de una buena vez: nos está faltando un país serio. Uno que nos contenga en serio y que nos permita soñar en un mañana mejor. Y, por todo lo señalado, es que se justifica el título de esta reflexión: “Llorá por nosotros, Argentina”.

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