miércoles, 10 de julio de 2013

INFORMACIÓN CLASIFICADA

Con Pirincho nos conocemos casi desde siempre. Hace años que vive en Vicente López (norte del conurbano bonaerense) y se desempeña como jardinero en Olivos.
Naturalmente tiene acceso a la casona cuyos pasillos guardan no pocos secretos de estado. Pero también, y mientras encumbrados funcionarios aguardan ser llamados caminando por el parque, mi asesor político siempre tiene los oídos atentos y, vía mail, me hace llegar info de alta gama… Por caso la que sigue…


PIRINCHO: ¿LA “OTRA” VIUDA DE NÉSTOR KIRCHNER?

Me cuenta el amigo que, una fuente inagotable de chimentos, es la matera cuando las mucamas de la residencia --a media mañana-- hacen un alto en la tarea para entrarle a los “amargos”.
Y parece que el tema, esta semana, fue la bronca e histeria que provocó en la presidenta no sólo las declaraciones a los periodistas de Miriam Quiroga (la “privadísima” ex secretaria de Néstor Kirchner), si no lo que cuenta en un libro de reciente aparición al que la morocha sureña ha titulado “Mis años con Néstor y todo lo que vi” y que publicó la Editorial Planeta.
Habrá que decir que Miriam es la mujer que mejor conoció al ex presidente --además de Cristina, claro-- y que, en el libro, desnuda la intimidad que compartieron en sus años de gestión.

Tapa de la revista "Noticias"
Las chicas, según Pirincho, contaban que el capítulo que más irritó a CFK fue subtitulado “Nuestra intimidad”, por demás sugerente, y donde la Quiroga detalla los pormenores de su relación con el ex presidente.
Por caso narra que, con las mujeres, Néstor “no era ni piropeador, ni hagalador”, pero jura que a ella la “celaba, la mandaba a espiar y la chequeaba constantemente”. La ex secretaria privada K también habla, en su libro, del tipo de mujer que le gustaba a Kirchner. “No le iban las escandalosas, exhibicionistas o mediáticas”. Y asegura que le molestaban bastante los “gatos televisivos”

Néstor y una Miriam de pelo corto
Y Miriam asegura que “sí le gustaba la mujer estética e inteligente”. Y, como al descuido --pero con malicia-- deja entrever que, a Néstor, “le gustaban las morochas”. Queda claro que Miriam es morocha.
Asegura en el libro, además, que la pareja presidencial tenía fisuras en lo afectivo, pero que se llevan bien desde el punto de vista político. Y CFK terminó de estallar cuando leyó un párrafo que le puso los pelos de punta. Porque Miriam asegura haber mantenido --y guiña el ojo al decirlo-- una relación de “profunda intimidad” con el ex mandatario.
En cuanto al escándalo, desatado a mediados de abril con las operaciones de lavado de dinero, señaló: “No puedo decir que Cristina desconocía las cosas que hacía Néstor”, en clara alusión al enriquecimiento ilícito del ex mandatario.

Tapa del libro
En otro capítulo Miriam asevera que “Conocí un lado muy humano de Néstor, pero también otro más oscuro, marcado por la avaricia, algo que ni siquiera pudo disfrutar, porque no tenía apetencias de ropa o viajes”. Y agrega que, si ahora habla, es porque “no tiene rencores. Mi formación y valores son totalmente diferentes a los de Cristina. Yo ya hice mi duelo. Si hablo es porque puedo y logré manejar mis emociones”.
También agrega que “En algún momento me sentí sola y abandonada. Pero hoy estoy muy serena, con mucha paz. Mi familia siempre me acompañó”, abunda en su libro. Obviamente que, en la publicación, no podía faltar una mojada de oreja para la presi. Al respecto dice que, una vez echada de la Casa Rosada, nunca más pudo hablar con ella ni con nadie del entorno de la presidenta. “Ella dio la orden de que nadie me atendiera”, señala.
Y tal vez donde quede expresado, con trazo grueso, la relación entre Néstor y Miriam es cuando ella afirma: “Mi corazón se estrujó al ver en un inmenso espacio, un maldito cajón con una bandera y otros objetos que no pude visualizar, porque mi corazón se estremeció y enojó… No sé, los sentimientos se mezclaron, verte en una inmensa soledad, aislado, encerrado, no pude soportarlo”. Y echa más leña al fue cuando le dice a un Néstor que ya no está: “Por qué te fuiste, no puedo aceptarlo. Cuánto dolor en mi corazón”.
Bueno, me dice Pirincho… si esto no es una mujer enamorada… entonces no sé qué es el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario