Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…
MACROCENTRO:
CON LA PROSAPIA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO PASADO
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…
MACROCENTRO:
CON LA PROSAPIA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO PASADO
No existen dudas acerca que, cualquier constructor (sea arquitecto, ingeniero, maestro mayor de obras o albañil), siempre buscará perdurar en el tiempo. Y, por eso, no sólo levantará una vivienda para dar cobijo.
Claro que esta búsqueda de trascendencia en el ladrillo, y escribir parte de la historia de la arquitectura, no es para nada fácil. Y aún, de haberlo logrado, nunca estará a salvo de que su obra --décadas más tarde-- sea demolida por la voracidad inmobiliaria.
La casa de la calle España 642 nos habla acerca de cómo la obra del arquitecto Bernardo Paesa soportó el paso el tiempo y llegó indemne hasta nuestros días. Lo que no es poca cosa.
Llaman la atención las modulaciones de su frente, ya sea en los parámetros verticales como en las alturas. Por otra parte la terminación de sus aleros hacen única a esta casona.
Y hasta uno bien podría pensar que Paesa utilizó --a modo de firma-- el detalle curvo que colocó en la ventana de la planta baja y en el acceso principal. Sin duda una casona que expresa un lenguaje singular y un carácter propio. El año de construcción se remonta a la década que va de 1930 a 1940.
Nota: mucho agradezco, en esta sección, la colaboración del arquitecto Claudio Ballesi.
Celular: (0291) 156 490 365 - Fijo: (0291) 455 9468
Mail: claudio_ballesi@yahoo.com
Claro que esta búsqueda de trascendencia en el ladrillo, y escribir parte de la historia de la arquitectura, no es para nada fácil. Y aún, de haberlo logrado, nunca estará a salvo de que su obra --décadas más tarde-- sea demolida por la voracidad inmobiliaria.
La casa de la calle España 642 nos habla acerca de cómo la obra del arquitecto Bernardo Paesa soportó el paso el tiempo y llegó indemne hasta nuestros días. Lo que no es poca cosa.
Llaman la atención las modulaciones de su frente, ya sea en los parámetros verticales como en las alturas. Por otra parte la terminación de sus aleros hacen única a esta casona.
Y hasta uno bien podría pensar que Paesa utilizó --a modo de firma-- el detalle curvo que colocó en la ventana de la planta baja y en el acceso principal. Sin duda una casona que expresa un lenguaje singular y un carácter propio. El año de construcción se remonta a la década que va de 1930 a 1940.
Nota: mucho agradezco, en esta sección, la colaboración del arquitecto Claudio Ballesi.
Celular: (0291) 156 490 365 - Fijo: (0291) 455 9468
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