miércoles, 9 de julio de 2014

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…


ESTACIÓN SUD: UN ÍCONO DEL PROGRESO DE LA CIUDAD


La estación cabecera del Ferrocarril Sud (FCS), en nuestra ciudad, no siempre fue la que hoy conocemos. Es que el primer edificio construido era sencillo si lo comparamos con el actual. Levantado en el año 1883, constaba de una sola planta rectangular, con muros de ladrillo a la vista y puertas y ventanas de madera. Una cubierta de tejas --a cuatro aguas-- remataba en cuatro chimeneas construidas también en ladrillo.

1883 - Primer edificio
El acceso desde la calle estaba protegido por un alero, y por sobre éste, su remate triangular (gablete) contenía un reloj. Del lado de las vías --y a lo largo del edificio-- un amplio y singular techado cobijaba a los viajeros de las inclemencias del tiempo.
La Estación Sud se encuentra ubicada en la avenida Cerri 750, entre los pasos a nivel de las calles Darwin y Falucho. 
El edificio que hoy podemos disfrutar comenzó a construirse en el año 1909. Para su construcción, según crónicas de la época, se aprovecharon parte de los muros del edificio anterior. 

1884 - Llegó el ferrocarril
Fue inaugurado en abril de 1911 y responde a las características propias de las construcciones ferroviarias inglesas aunque jerarquizada por un cierto dejo afrancesado.
El edificio --majestuoso-- muestra en su planta baja un acceso, central y amplio, que comunica directamente a la plataforma 1. 
Siempre en planta baja, y a la derecha, aparecen las escaleras del paso bajo nivel (túnel) por las que se accede a las plataformas 2 y 3. Otras dependencias son las boleterías y una sala de espera.
También en planta baja encontramos los baños, la oficina del jefe y la sala de telégrafos. Y, ya en la planta alta, se encuentran las oficinas de tráfico y la vivienda del jefe de estación. 

1902 - Consolidación
Desde su puesta en servicio, en el año 1884, la estación Bahía Blanca Sud contó con confitería.
El edificio se encuentra separado de la calle por una amplia playa de estacionamiento, cercada por un muro con rejas, y sus accesos fueron limitados con amplios portones de hierro (uno para la entrada y el otro para salida). Originalmente esta playa era de adoquines de granito que, años más tarde, fue pavimentada con hormigón.
La nueva edificación fue terminada con el revoque denominado “símil piedra”, con techos de pizarra y de chapa galvanizada. En la parte superior de la zona central de la fachada --sobre el acceso-- se ubica el reloj. También fue levantado un amplio tinglado --de estructura metálica -- para cubrir parcialmente las plataformas 1, 2 y 3. Además, sobre este frente, hay un gran alero de protección construido en acero y vidrio. 

Cuenta la historia...

1910 - Se suman los andenes
...Estadísticas del FCS indican que, en 1930, ingresaban y salían 2.500 pasajeros con los trenes locales y cerca de 700 con los generales. El desgaste de los mosaicos en el acceso principal de la estación da fe de un intenso tránsito. 
Decir que, la Estación Sud servía --a través de una serie de desvíos-- a importantes barracas y depósitos de la época como: Diego Meyer y Cía., Barraca Tellarini SA., Lanusse y Olaciregui o Molino La Sirena, por citar algunos. El edificio fue inaugurado extraoficialmente el 28 de mayo de 1911 y, para muchos, esa fecha debiera ser considerada como la de la segunda fundación de la ciudad. 
Y no son pocas las legendarias figuras y personajes ilustres que desembarcaron en nuestra estación de trenes. Por caso, Carlos Gardel, Julio Argentino Roca, Lola Mora, Antoine de Saint Exúpery, Alfonsina Storni o Eva Perón, entre otros.

Nota:
mucho agradezco, en esta sección, la colaboración del arquitecto José María Zingoni.
Celular: (0291) 154 436 906 – Mail: josemzingoni@yahoo.com.ar
Web: www.josezingoni.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario