miércoles, 6 de agosto de 2014

EDITORIAL

DE NO CREER: ALGO NOS UNIÓ

Pasó el Mundial de Fútbol y, como por arte de magia, desapareció la fiebre nacionalista que parecía respirarse en las calles, en cada esquina y en cada barrio. 
Incluso muchos autos, por aquellos días de junio, lucían una bandera argentina. 
Podía ser chica, mediana o grande… pero ahí estaban los colores de la patria. 
En esos 30 días no hubo diferencias políticas ni de clases y todos éramos uno. Es que fuimos dejando rivales en el camino y llegamos a la final. 

¡Qué alegría ver a todos los argentinos unidos y haciendo fuerza tras un mismo objetivo!! 
La efervescencia fue tal que, algunos ilusos, hasta llegaron a pensar que esto no sería sólo por el Mundial de Fútbol, si no que duraría aunque más no sea un tiempito más.
Error. Porque, como dice el viejo refrán, “no todo lo que brilla es oro”La historia contará que perdimos la final, que se acabó la justa mundialista y al demonio con esa unidad que se construyó --casi “mágicamente”-- en esos emocionantes 30 días.

Y tan sólo una hora después del resultado final con los alemanes, apareció nuevamente en escena esa “otra argentinidad”, esa “viveza criolla” que --lamentablemente-- es parte de nuestra idiosincrasia.
Porque el espectáculo del obelisco fue dantesco y “tercermundista”
Habíamos vuelto a la normalidad. Los edificios ya no mostraban banderas en sus balcones y habían desaparecido los autos exhibiendo la celeste y blanca. 
¡Qué lástima que esa unidad sólo haya durado lo que tarda un torneo de fútbol en consagrar un campeón!! 

¡Qué lástima que, ese énfasis que se le pone a una justa deportiva, no lo apliquemos en querer hacer otro país!! 
¡Qué lástima que el gobierno siga construyendo inexistentes batallas épicas!! 
¡Qué lástima es que, quienes nos gobiernan y “meten la pata hasta el garrón”, sigan pretendiendo hacernos creer que la culpa siempre es del otro!!
¡Qué lástima es tener un vicepresidente procesado y embargado!!
¡Qué lástima es que, este gobierno, tenga tantos funcionarios procesados!!
¡Cómo duele que, la argentinidad, tan sólo haya aparecido durante 30 días!!

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