miércoles, 8 de octubre de 2014

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

BARRIO PACÍFICO:
CON ESTIRPE DE LA PENÍNSULA ITÁLICA


Esta casona, que se levanta en calle Juan Molina 127, sufrió algunos cambios a lo largo del tiempo. Un fenómeno, éste, que se observa en no pocas construcciones de esa antigüedad.
Algo que llama poderosamente la atención es la presencia de solamente una puerta y una ventana en su fachada ya que, el largo de su frente, daba para mucho más. 
Sin embargo un ojo crítico especializado diría que hubo notable destreza en quien lo proyecto ya que, esa puerta y esa ventana, no flotan por la fachada o quedaron perdidas en medio de una masa muraria uniforme y sin gusto. 
También decir que los cambios de texturas, salientes y molduras son las que hacen de esta casa algo agradable a la vista.
Precisamente el estilo de sus líneas es italianizante y bien podríamos afirmar que el año de su construcción debiéramos ubicarlo en la década del ’30.

Nota: mucho agradezco, en esta sección, la colaboración del arquitecto Claudio Ballesi.
Celular: (0291) 156 490 365 - Fijo: (0291) 455 9468
Mail: claudio_ballesi@yahoo.com

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