Sensualidad y elegancia, mezcladas con tristezas y añoranzas, son todas características propias de la denominada canción ciudadana.
Tratar de encontrar una respuesta acerca de su origen, lleva a contradicciones comenzando por el propio significado del vocablo "tango", un ritmo que ya pasó a ser patrimonio del mundo. Y esta sección es, si se quiere, una suerte de “Tabarís” o de “Chantecler” virtual que esta semana se da el lujo de presentar a…
ASTOR PIAZZOLLA
Nació en Mar del Plata, el 11 de marzo de 1921, y pocos saben que su segundo nombre de pila es Pantaleón.
Sublime bandoneonista y gran compositor, no pocos lo consideran como uno de los más grandes músicos del siglo XX.
Estudió de todo.
Por caso armonía, música clásica y contemporánea con la talentosa compositora y directora de grandes orquestas de Francia, Nadia Boulanger.
Por caso armonía, música clásica y contemporánea con la talentosa compositora y directora de grandes orquestas de Francia, Nadia Boulanger.
En su juventud tocó y hasta realizó arreglos orquestales para el gran bandoneonista, compositor y director Aníbal Troilo.
Cuando comenzó a hacer innovaciones en el tango --en lo que respecta a ritmo, timbre y armonía-- fue muy criticado por los tangueros de la "Guardia vieja", ortodoxos en cuanto a ritmo, melodía y orquestación.
Fue hijo de Vicente Piazzolla y de Asunta Manetti (ambos marplatenses). Vivió gran parte de su niñez con su familia en Nueva York, donde desde muy joven entró en contacto tanto con el jazz como con la música barroca de Bach.
Mientras vivió allí aprendió a hablar, fluidamente, cuatro idiomas: castellano, inglés, francés e italiano.
Comenzó a tocar el bandoneón en 1927 cuando su padre, nostálgico de su Argentina natal, le compró uno en una casa neoyorkina de empeños por 18 dólares.
En 1967 comenzó a trabajar con el poeta Horacio Ferrer, con quien dio vida a la operita "María de Buenos Aires", que se estrenaría al año siguiente con la cantante Amelita Baltar con quien mantuvo una relación sentimental.
En 1969, Piazzolla y Ferrer, componen la exitosa "Balada para un loco", que supondría una de sus obras cumbre.
El 4 de agosto de 1990, en París, sufrió una trombosis cerebral y dejó de existir --en la Capital Federal-- el 4 de julio de 1992, a los 71 años. Sus restos fueron inhumados en el cementerio "Jardín de Paz", en la localidad bonaerense de Pilar.
Lo evocamos, en esta actualización semanal del blog, con uno de sus grandes éxitos: “Adiós nonino” con el que nos deleita desde este videíto…

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