Sensualidad y elegancia, mezcladas con tristezas y añoranzas, son todas características propias de la denominada canción ciudadana.
Tratar de encontrar una respuesta acerca de su origen, lleva a contradicciones comenzando por el propio significado del vocablo "tango", un ritmo que ya pasó a ser patrimonio del mundo.
Y esta sección es, si se quiere, una suerte de “Tabarís” o de “Chantecler” virtual que esta semana se da el lujo de presentar a…
ROBERTO ACHÁVAL
Su verdadero nombre era Oscar Aníbal Crudeli y había nacido el Ingeniero White el 11 de noviembre de 1930.
Sin embargo para el planeta tango será “Cacho” Randall (primer seudónimo que adoptó) o Roberto Achával, como lo bautizaron en "Grandes valores del tango" el programa de Canal 9 (el de la palomita).
La vocación del canto le llegó desde pibe integrando el coro de la iglesia. Ya a los 5 años, impulsado por su padre, comenzó a estudiar violín con su tío, Alibeo Crudeli.
Con ese instrumento debutó en la orquesta de Aníbal Troncoso ("Melón"), presentándose en reuniones bailables tanto en "La siempre verde" como en la "Sociedad Italiana", salas legendarias de la localidad portuaria.
Ingresó a la orquesta de Luis Bonnat,como violinista hasta que, en 1956 (por la ausencia de uno de los cantores), se animó a reemplazarlo. Desde entonces continuó siendo el vocalista de "Palito".
En 1967 se presentó en el Festival de La Falda y, poco tiempo después, ingresó a "Grandes valores del tango" y también se incorporó al programa "Tropicana Club", que conducían Chico Novarro y Marty Cosens.
Por ese tiempo, además, hacía presentaciones en "El viejo almacén" emblemático boliche del 2 x 4.
Realizó giras que lo llevaron a Estados Unidos donde estuvo radicado por más de 2 años, Brasil, Colombia, Venezuela, Chile y Uruguay.
Cuando la muerte lo vino a buscar estaba en la plenitud de su carrera actuando, como invitado, en la Orquesta Nacional de Música Argentina "Juan de Dios Filiberto", dirigida por Osvaldo Piro en el Teatro Nacional Cervantes.
"Cacho", como le decíamos quienes lo conocimos mucho, siempre fue el muchacho amable, el del saludo cordial, el de la eterna sonrisa, el de la mano extendida y el corazón dispuesto.
Falleció el 27 junio 1996 y dejó un vacío enorme en la canción ciudadana. Y quiero recordarlo con uno de sus más grandes éxitos: “Cosas olvidadas” que nos interpreta desde el videíto…
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