Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado.
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…
MACROCENTRO: CON LAS FORMAS DEL AYER
La casa que hoy nos ocupa no es la única de la ciudad en mostrar este tan particular estilo. Pero no hay muchas más.
En principio decir que su construcción se remonta al año 1927. Denota eclecticismo y, si se quiere, hasta podemos suponer una lucha no resuelta de estilos.
Por un lado la marcada estructura del denominado art nouveaux intentando dominar la innegable geometría del art deco que termina siendo, en definitiva, el que marca el estilo de esta casona de principios del siglo pasado.
Valdrá la pena comentar que el art deco se distingue por la utilización de figuras geométricas como elementos decorativos.
Y si bien la vivienda exhibe un lenguaje más moderno, no estaría desacertado deducir que su tecnología correspondió a un sistema constructivo anterior a la aparición del hormigón y que, por eso, obligó a utilizar pocas ventanas en su frente.
En conclusion la tecnología de la vivienda es más propia del art nouveaux o de tecnologías mas antiguas, mientras que el lenguaje de la vivienda es mas agiornado bajo un art deco glamoroso.

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