Se llama Dionisio Llanca, era camionero y tuvo una experiencia única cuando intentaba cambiar el neumático desinflado de su camión en la ruta 3 sur.
Vivió una verdadera odisea y lo que le ocurrió fue noticia --no sólo en nuestra ciudad de Bahía Blanca-- si no que ocupó las primeras planas de los medios de todo el país.
La historia comenzó a conocerse cuando Llanca llegó al Hospital Municipal y contó que se había encontrado con un platillo volador y con tres extraterrestres.
Y no sólo eso... si no que le habían tomado una muestra de sangre y que hablaban entre ellos en un idioma extraño. Lo que sigue es esa increíble experiencia...
OVNIS EN BAHÍA: EL CASO LLANCA
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| Dionisio Llanca |
El sábado 27 de octubre de 1973, por la tarde, Dionisio descansó en una casita modesta que tenía su tío --Enrique Ruiz-- en la calle Chubut de Villa Delfina.
Decidió dormir la siesta porque tenía que viajar toda la noche. En los primeros minutos del domingo 28 de octubre, se despidió de sus familiares, arrancó su camión Dodge 600 (cargado con materiales de construcción) y partió con destino a la ciudad de Río Gallegos.
Pensaba llegar en la tarde del martes 30.
Cargó combustible en una Esso de la calle Don Bosco y enfiló para la ruta 3.
A poco de andar se dio cuenta que tenía uno de los neumáticos desinflado. Paró en la banquina, se bajó, sacó el crique y la llave cruz y se dispuso a cambiarlo.
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| Encuentro con los extraterrestres |
La noche era oscura y no había tránsito. Lo cierto es que, mientras cambiaba el neumático, se dio cuenta que todo se iluminaba a su alrededor con un resplandor intenso y amarillento.
Lo primero que supuso es que eran las luces amarillentas de un Peugeot y siguió con su tarea. Pero la luz, de pronto, dejó de ser amarillenta, ahora era azul y él intentó pararse para mirar a su alrededor.
Pero se dio cuenta que sus piernas ya no le respondían.
Cuando por fin pudo darse vuelta para mirar detrás de él se encontró que, a pocos metros, había un enorme objeto --en forma de disco-- suspendido a unos 5 metros de altura y que --tres humanoides-- se encontraban de pie... y mirándolo.
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| Llanca indica el lugar del encuentro |
Uno de ellos se acercó. Dionisio intentó hablar pero no le salió la voz.
Fue cuando el segundo de los humanoides se le arrimó y --con un dispositivo que describió como parecido a una maquinita de afeitar-- se lo insertó en uno de los dedos de su mano izquierda para sacarle sangre.
Describió a la tercera como una mujer de cabello largo y rubio que le llegaba a los hombros.
En ese momento Llanca asegura que perdió el conocimiento.
Los alienígenas, según recordó después, vestían un uniforme gris, de una sola pieza muy ajustado, botas anaranjadas y guantes del mismo color que les llegaban hasta la mitad de sus brazos.
Sus fisonomías eran como las de cualquier ser humano a excepción de sus ojos alargados y hablaban entre ellos en un idioma que Dionisio no conocía pero que sonaba –dijo-- como una radio mal sintonizada.
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| Llanca es abducido por la nave |
Cuando volvió en sí ya no se encontraban ni el platillo ni los extraterrestres.
Y se dio cuenta que estaba entre los vagones del patio de la "Sociedad Rural de Bahía Blanca”, a unos 9 kilómetros de donde tuvo el encuentro con esos seres del espacio.
Dice que comenzó a caminar por la ruta 3 y que, al llegar a la intersección con la ruta 35, lo recogió un camionero y lo trasladó a una comisaría.
Desde allí, lo llevaron al Hospital Español. El primero en atenderlo fue el Dr. Ricardo Smirnoff.
Ya en el nosocomio Dionisio no recordaba nada. Ni quien era o dónde había nacido. Lloraba y preguntaba en qué ciudad se encontraba. Un par de horas más tarde fue trasladado al Hospital Municipal.
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| Señalando el sitio donde despertó en la Sociedad Rural |
El 30 de octubre, a las 10 de la noche y acostado en una cama del nosocomio, Dionisio recuperó su memoria y recordó la experiencia que había vivido.
Preguntó por su camión y le señalaron que la policía lo había encontrado en Villa Bordeu con el crique en su lugar y con uno de los neumáticos desinflado.
El caso conmocionó al país y, a nuestra ciudad, llegó el legendario investigador del fenómeno OVNI, Fabio Zerpa. Junto a un equipo de médicos especialistas lo hipnotizaron y, en ese trance, relató lo que había quedado impreso en su memoria inconsciente.
Señaló que, estando junto al camión y con los alienígenas, un rayo de luz amarillento salió de la nave y que lo transportó a su interior. Allí vió cómo la mujer manejaba una serie de instrumentos que él supuso que eran equipos médicos.
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| El investigador Fabio Zerpa |
Uno de los alienígenas se encontraba sentado en el comando del platillo y el otro observaba el cielo a través de un gran panel. Señala que volvió a perder el sentido y que, cuando se despertó, estaba caminando a la vera de la ruta 3.
En su investigación mientras se encontraba en la ciudad, Fabio detectó que, entre las 2 y las 3 de la mañana de aquel domingo, hubo un aumento inusual en el consumo de energía eléctrica en la ciudad.
Lo cierto es que, aquel encuentro de Dionisio con los alienígenas, fue examinado e investigada a fondo por los mejores médicos, psicólogos y psiquiatras del país.
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| Así lo sorprendieron mientras cambiaba una rueda |
Todavía hoy este caso sigue siendo considerado como uno de los más desconcertantes del fenómeno abducción que se han producido no sólo en nuestro país, sino también en el mundo.
Y, durante muchas de las regresiones hipnóticas a las que se lo sometió, Dionisio fue capaz de dibujar varios bocetos con la imagen de los alienígenas y hasta de la nave espacial.
¿Verdad, leyenda, misterio? Fabio Zerpa cree que lo que Dionisio experimentó es real y, al respecto, recorrió el país dando conferencias con los asistentes agolpados y queriendo saber si realmente estamos solos en el universo.
Y, para ahondar más el misterio, decir que nunca se supo más nada de Dionisio Llanca... el camionero que puso a nuestra ciudad en la consideración del mundo entero.








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