miércoles, 22 de febrero de 2017

DIOSAS INOXIDABLES

Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica. 
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...  

GILDA
Su nombre real era Miriam Alejandra Bianchi y había nacido en la Capital Federal el 11 de octubre de 1961. Fue una singular y exitosa cantante y compositora de cumbia y música tropical.
Entre sus canciones más conocidas imposible olvidar "Ámame despacito", "Corazón valiente", "Fuiste", "No me arrepiento de este amor", o "Paisaje"


Muchos de sus temas han sido versionados por bandas y artistas como Attaque 77, Los Charros o Vicentico entre otros. 
Su corta pero exitosa carrera --sumada a su trágica muerte en el apogeo de la fama-- la convirtió en ícono popular de nuestro país.

Estudiaba para maestra jardinera cuándo, al fallecer su padre en 1977, debió hacerse cargo del hogar. Tenía tan sólo 16 años.
Su carrera musical comenzó cuando respondió a un aviso de diario que pedía vocalistas para un grupo musical. 
Su voz y su carisma le ganaron un lugar en una banda de género tropical. 
Así Miriam se convirtió en Gilda, en honor a la “femme fatale” que encarnaba Rita Hayworth en la película del mismo nombre.
En los comienzos de su nueva carrera conoció a Juan Carlos “Toti” Giménez, compositor y tecladista, que más tarde se convertiría en su pareja artística.
Y, sin duda, "Toti" fue el encargado de forjar la leyenda de Gilda. Porque fue él quien la convenció de lanzarse como solista y la apoyó en su lucha contra las compañías discográficas.

En su corta carrera logró no pocos discos de oro, platino y doble platino.
El 7 de septiembre de 1996, en el kilómetro 129 de la Ruta Nacional 12 --rumbo a Chajarí (Entre Ríos)-- un camión embistió al colectivo donde viajaba, falleciendo junto a su madre, su hija mayor, tres de sus músicos y el chofer del ómnibus.
Desde su muerte muchos fans le atribuyen la condición de santa en la creencia que ha realizado milagros. 
Existe, incluso, un santuario en su honor en el mismo lugar donde ocurrió el accidente fatal. Sus restos descansan en la tumba Nro. 3.635 de la galería 24 en el Cementerio de la Chacarita.

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