miércoles, 31 de mayo de 2017

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. 
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

BARRIO NAPOSTÁ: AIRES COLONIALES...
Una de las esquinas de Sarmiento con la avenida Alem muestra un singular grupo de casas coloniales que son parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad. 
Fueron proyectadas en 1928 por el estudio del ingeniero Francisco Marseillán y construidas por la empresa de Pedro Cabré Salvat. 


Sin duda constituyen el más claro ejemplo de una propuesta muy en boga por esa época en la que se planteaba este pintoresco estilo "neocolonial" como el verdadero lenguaje de la arquitectura nacional.
Los tejados bermejos, los balcones, las ventanas de hierro forjado, las columnas torneadas de las señoriales fachadas (tanto las que dan sobre Alem como las que se levantan en Sarmiento) pretendían, también, "embellecer el aspecto de la ciudad", imprimiendo "variedad y encanto a sus calles", según crónicas de la época. 
Sobre el frente de estas viviendas se advierten, además, llamativos y nobiliarios escudos. Lo cierto es que, más allá de encontrarse inventariadas como parte de nuestro patrimonio arquitectónico, en las últimas décadas algunas de ellas tuvieron un destino comercial con emprendimientos que las han ocupado con distinta suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario