EDITORIAL

2013: EL AÑO EN QUE LA ESTANTERÍA SE LES VINO ABAJO

Salvo por los dos últimos dígitos --emparentados con la mufa-- nada hacía suponer al gobierno que le aparecerían serios tropiezos para poder coronar (a toda pompa como es la costumbre de los K) la denominada “dékada ganada”.
Es cierto que el “Servicio Meteorológico Nacional de la Política” anticipaba algunos nubarrones para agosto (las PASO) y para octubre (las legislativas de medio término). Pero nada para preocuparse porque serían solamente simples lloviznas pasajeras. Claro que, en función de todo lo que sobrevino en los pasados 12 meses, más les hubiera servido consultar al “Brujito” Maya, a Horangel o a Lily Sullos. Para prevenir y anticipar, ¿vió?

Horangel

Porque el rosario de penurias, ya desde enero del 2013, no le dio al gobierno un día de paz. 

Es que la inseguridad batió records y los chorros trabajaron como nunca. Ni siquiera respetaron los feriados nacionales o las fiestas de guardar.
A la inflación trataron de disfrazarla de todas las maneras posibles. Pero nadie les creyó que, solamente, había que achacarlo a un  “simple e inofensivo corrimiento de los precios”.
Y ni hablar del record mundial de fuga de presos. Baste citar que, dos, se les fueron en taxi y otro en muletas. 

Para colmo la “gran jefa” tuvo un problema en la “capoccia”, se internó y hasta la operaron dejando --en segundas líneas-- el comando general del planeta K. 

Hizo, es cierto, una aparición “susanesca” acompañada de un pichicho. Pero no bastó y, entonces, comenzaron las rencillas internas del conjunto de marionetas que la rodea para saber “quién la tiene más larga”.

Los saqueos de diciembre

Ah… hubo otro accidente ferroviario. Tres muertos. Fue en Castelar. Y, como no podía ser de otro modo, el culpable fue ¡¡ el maquinista !!! 
Desde ya que nadie del gobierno habló de los multimillonarios subsidios al sistema ferroviario que fueron a parar a cualquier lado menos a las vías o a las desvencijadas formaciones.
Imposible dejar de lado, en este racconto, que su Santidad --el Papa Francisco-- de tanto en tanto les mojó la oreja haciéndoles recordar el ninguneo al que lo sometieron cuando era, simplemente, Jorge Bergoglio. Y ni hablar de la paliza que recibieron en las elecciones que se reflejó en las caras de “festejo”, la noche del 27 de octubre, en el bunker del FPV.

Cristina celebra. En el país 15 muertos

Pero, bueno… como quien no quiere la cosa, la fueron piloteando a pesar que los malditos “tábanos” de la “opo” siguieron fastidiándolos. Por caso el grupo “Clarín” y periodistas como Jorge Lanata o Hugo Alconada Mon (“La Nación”) que se cansaron de destaparles ollas malolientes.
Claro que si le estaba faltando una cuenta al rosario de desventuras kirchneristas… esa cuenta apareció en la noche del 10 de diciembre. Es que habían sido 15 los muertos en el país --por los saqueos que provocó la rebelión policial en distintas provincias-- mientras la presi se daba el gusto de bailar y tocar los tamboriles en la Plaza de Mayo festejando los 30 años de democracia. Patético.
Y cuando el año llegaba a su fin… ¡¡ parió la abuela !!! Es que llegaron los apagones y la falta de agua. Cientos de miles de ciudadanos indignados ocuparon las calles y las autopistas puteando contra el modelo “nacional, progresista y popular”.
No bastó la explicación de que la falta de energía “tuvo que ver con el crecimiento”. Y Cristina siguió sin aparecer. Mutis por el foro y se quedó recluida en El Calafate (su lugar en el mundo) rodeada de sirvientes, sushi y aire acondicionado.

Y la frutilla de todo postre la brindó Ricardo Echegaray cuando, una patota que lo acompañó a pasar el fin de año en un lujoso hotel de Copacabana... la emprendió a trompadas contra un equipo periodístico de TN y Canal 13. Fea la actitud.
Por todo esto y mucho más… el nunca bien ponderado ingenio popular ya transformó la frase de la “dékada ganada” en la “década deskangayada”…