INFORMACIÓN CLASIFICADA

Con mi asesor político Pirincho nos conocemos casi desde siempre. Hace años que vive en Vicente López (norte del conurbano bonaerense) y se desempeña como jardinero en Olivos.
Naturalmente tiene acceso a la casona cuyos pasillos guardan no pocos secretos de estado. Pero también, y mientras encumbrados funcionarios aguardan ser llamados caminando por el parque, mi asesor político siempre tiene los oídos atentos y, vía mail, me hace llegar info de alta gama… Por caso la que sigue…

CRISTINA, ¿FRENÓ UN GOLPE DE ESTADO INTERNO?

La matera de la residencia es uno de los lugares donde funcionarios y políticos se sueltan y hablan mientras aguardan ser recibidos por alguien que tenga "galones" en ausencia de la presi. Por eso, y cuando ese lugar distendido tiene visitantes, Pirincho se acerca y como quien no quiere la cosa para la oreja.
A propósito me cuenta algo que escuchó mientras el mate corría de mano en mano. Parece que un ex secretario de Cristina --de las épocas en que ella era senadora-- y que se llama Isidoro Bounine, ahora es agente orgánico de la SIDE y maneja una información que --de trascender-- pondría en aprietos a Cristina. ¡Epa!! Lo cierto es que, en la animada charla de los contertulios en la matera, se comentaron los últimos cambios del gabinete que, parece, comenzaron a quitarle poder a un personaje al que no todos quieren: Horacio Verbitsky. 

Isidoro Bounini y la presi

Y aseguraban que, si CFK había bajado a Nilda Garré del gabinete, habría que interpretarlo como el comienzo de la guerra entre el periodista y la presidente. 

No satisfecha con esa escaramuza, Cristina le apuntó a Ileana Arduino y a Gustavo Palmieri, ambos cercanos al director del CELS.
Lo cierto es que, durante la asunción de Agustín Rossi como nuevo integrante del gabinete, Arduino y Palmieri notaron que nadie los saludaba y que algo raro estaba pasando. Simple: se había corrido la bola que ya no eran bien vistos en el planeta K. También escuchó Pirincho un dato que pone la piel de gallina. Resulta que, cuando era ministro de Defensa, Arturo Puricelli le pedía a sus íntimos que bajaran la voz porque estaba convencido que el general César Milani (por entonces jefe de Inteligencia del Ejército), lo espiaba con micrófonos. Y las quejas --en ese sentido-- llegaron hasta oídos de la presidente.

Horacio Verbitsky

Esto colmó el vaso y, ni corta ni perezosa, Cristina mandó a averiguar quiénes integraban el sequito de Verbitsky y así se enteró de la lista: Nilda Garré, Fernando Pocino (director de Reunión Interior de la SIDE, que sale con la hija de Nilda Garré) y Gabriel Mariotto, el vice gobernador bonaerense. 

Y lo que terminó de sacar de las casillas a Cristina (lo que no es muy difícil) fue enterarse que, Horacio Verbitsky había “buchoneado” que ella "se empastillaba".
Con todos estos desplazamientos de quienes ya no eran confiables para CFK, se dice que los halcones kirchneristas están triunfando por sobre las blancas palomas kirchneristas. 

Y entre los halcones aparece “súper Berni” que fue un carapintada confeso y simpatizante del ex coronel Mohamed Ali Seineldín. Ahora bien: según lo que escuchó Pirincho en la matera... parece que Cristina ha logrado abortar un verdadero golpe interno que se  "cocinaba" no para derrocarla sino que el objetivo de "las palomas" (ahora derrotadas) era aislarla y generar un nuevo polo de poder dentro del planeta K.
Y la frutilla del informe: habrá una fuerte movida en contra del camionero Hugo Moyano porque creen que “encabezará un golpe”. Aunque la verdad de la milanesa es que le tienen miedo y, por ahora, sólo se limitarán a acusarlo --junto a Jorge Lanata y a otros periodistas-- de conspiradores y traidores a la patria.