Recorriendo distintos portales de internet es posible encontrar interesantes mini documentales (videítos). Y los hay para todos los gustos: cómicos, bizarros o dramáticos entre otros géneros. Hoy te presento éste…
Los animales, ¿pueden predecir catástrofes naturales?
Numerosos testimonios hacen referencia a conductas poco habituales en los animales ante ciertos fenómenos de la naturaleza. Gran variedad de especies han salvado muchas vidas humanas alertando sobre inminentes terremotos, aludes, huracanes, bombardeos, incendios y otros desastres.
Testimonio de esto es el monumento levantado en Friburgo (Alemania) en recuerdo de un ganso que, en plena noche del 27 de noviembre de 1944 durante la Segunda Guerra Mundial, con sus atemorizados y anticipados graznidos logró salvar la vida de muchos habitantes que despertaron poco antes de un inesperado ataque aéreo.
Desde el punto de vista fisiológico, los animales cuentan con un arsenal de receptores sensoriales que bien pueden ayudarlos a anticiparse y modificar su comportamiento ante movimientos telúricos y mínimos cambios climáticos.
Tal capacidad los pone en condiciones de una aguda percepción para detectar la aproximación de huracanes por las fluctuaciones de los niveles de las aguas o los descensos en la presión barométrica. También es posible que, leves sonidos o un aumento de temperatura, anuncien aludes. Las erupciones volcánicas y terremotos pueden ir precedidos por tensiones mayores en el campo magnético de la Tierra y los animales son capaces de reaccionar a temblores menores y pequeñas sacudidas previas que bien pueden pasar inadvertidas al humano o sus instrumentos.
Los animales, ¿pueden predecir catástrofes naturales?
Numerosos testimonios hacen referencia a conductas poco habituales en los animales ante ciertos fenómenos de la naturaleza. Gran variedad de especies han salvado muchas vidas humanas alertando sobre inminentes terremotos, aludes, huracanes, bombardeos, incendios y otros desastres.
Testimonio de esto es el monumento levantado en Friburgo (Alemania) en recuerdo de un ganso que, en plena noche del 27 de noviembre de 1944 durante la Segunda Guerra Mundial, con sus atemorizados y anticipados graznidos logró salvar la vida de muchos habitantes que despertaron poco antes de un inesperado ataque aéreo.
Desde el punto de vista fisiológico, los animales cuentan con un arsenal de receptores sensoriales que bien pueden ayudarlos a anticiparse y modificar su comportamiento ante movimientos telúricos y mínimos cambios climáticos.
Tal capacidad los pone en condiciones de una aguda percepción para detectar la aproximación de huracanes por las fluctuaciones de los niveles de las aguas o los descensos en la presión barométrica. También es posible que, leves sonidos o un aumento de temperatura, anuncien aludes. Las erupciones volcánicas y terremotos pueden ir precedidos por tensiones mayores en el campo magnético de la Tierra y los animales son capaces de reaccionar a temblores menores y pequeñas sacudidas previas que bien pueden pasar inadvertidas al humano o sus instrumentos.
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