miércoles, 5 de febrero de 2014

EDITORIAL

2015: ¿LLEGARÁ EL HOMBRE DE GRIS?

Para muchos Benjamín Solari Parravicini fue el Nostradamus de nuestro país. 
Es que también pasó a la historia por lo acertado de sus predicciones --que tenían forma de dibujos-- y a las que denominó “psicografías premonitorias”
Entre otros aciertos pronosticó la crisis de los misiles en Cuba y la caída de las torres gemelas en los Estados Unidos.
Pero también hizo una predicción acerca de nuestro país. Esta psicografía muestra a un hombre de gris “que ayudará a los argentinos a encontrar un camino de paz”, tal como reza el epígrafe de ese dibujo.

Benjamín Solari Parravicini
Lamentablemente ese mesías, ese salvador, aún no apareció y falta que haría en función de cómo está la Argentina por estos tiempos. Y si bien todavía falta mucho para el 2015, no estaría mal repasar qué es lo que hay de cara a las próximas elecciones presidenciales.
De un lado --fija-- tendremos algún candidato K que nos venderá, con bombos y platillos, el “nuevo proyecto nacional, progresista y popular”
Y no sería descabellado suponer que habrá, en la grilla, un “peroncho” hablándonos de un país “justo, libre y soberano… donde lo mejor que tenemos son los niños”. Ambas cantinelas las conocemos de memoria.
Ahora, ¿qué hay en la vereda de enfrente? Porque convengamos que, los liderazgos, no se construyen en dos años que es lo que resta para volver a las urnas. ¿Quiere la "opo" el poder… o le teme? Porque los políticos opositores de estos tiempos parecen más cómodos en ejercer lo testimonial de la crítica y no mucho más. Al punto que, la mayoría, se muestran como denunciantes seriales.

Julio "Cleto" Cobos
Pero, para llegar a Balcarce 50, se necesitan otros kilates. “Cojones”, dirían en España.
Y en este combo no hay que olvidar a la sociedad que es la que vota. 
Una sociedad que, por estos tiempos, sólo se limita a estigmatizar a los políticos suponiéndolos ambiciosos. 
Sin embargo, y a la hora de meter el voto en la urna, el ciudadano apuesta sólo a aquel político que tenga ambición, hambre de poder, determinación por llegar. 
Porque, desde siempre, las mayorías no votan a los tibios. Y repasando los últimos años --y, por ende, las últimas elecciones-- queda de resalto que, a muchos de los anotados, les faltó “pimienta” para convencer al electorado.

Mauricio Macri
A ver… ¿pueden esperar algo los radicales de un Julio César Cobos que, por estar cerca del poder, fue y vino de los “radichetas” a los kirchneristas sin que se le despeinara la raya?
¿Podrá Mauricio Macri consolidar una estructura nacional? Porque solamente con los votos de la Capital Federal no alcanza y ni vale la pena “calzarse los botines” para el partido. 
¿Y Fernando Pino Solanas? Si no “enrosca” al socialismo de Hermes Binner y a los radicales de Ernesto Sanz, el consejo es que siga dedicándose al cine. La otra opción, claro, es el peronismo no kirchnerista. Pero ¿de qué vertiente? 

Sergio Massa
¿Los privatizadores, al estilo del menemato noventista? ¿O los estatizadores de la actualidad como Sergio Massa o José Manuel de la Sota que aparecen como las estrellas de esa vertiente?
Lo cierto es que, por el momento, lo único que se ve son partidos políticos desprestigiados --que perdieron clientela-- y alguna que otra “figura taquillera”… pero sin estructura ni guita para encarar una campaña presidencial.
Conclusión: ya sabemos cómo se mueve el peronismo cuando es oposición; y nos imaginamos lo que pueden ser el kirchnerismo y La Cámpora desde el llano. Por eso un presidente, que no provenga de esas vertientes, además de cintura política tendrá que lucir dotes de Superman, Hulk, Batman y el Príncipe Valiente juntos. 
Y tengo en claro que, de no aparecer alguien de la oposición, alguien que encandile y enfervorice como el Alfonsín del 83… es muy posible que, en el 2015, nos caiga otro gobierno peronista que nos volverá a vender espejitos de colores. Una pena.

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