miércoles, 19 de marzo de 2014

¿QUÉ SABÉS DE TU CALLE?

Todos vivimos en un domicilio que se sitúa en alguna calle de alguna ciudad. Claro que, muchas veces, no sabemos cuál es la historia de nuestra calle. Por eso hoy te presentamos ésta…

JUAN MOLINA

Fue un benemérito del patriciado bahiense que invirtió sus días en el titánico esfuerzo de lograr un mejor futuro para la aldea en sus primeros años. 
Así, y rindiéndole homenaje, la ordenanza que tiene fecha 5 de octubre de 1889 le impuso su nombre a la calle que nace al 800 de Estomba.
Es tan nuestro como el viento y nació el 8 de marzo de 1936. 
Lo bautizaron con los nombres de Francisco Juan Leopolín y era hijo del por entonces teniente de dragones, Bernardo de Molina, y nieto del teniente coronel Antonio Manuel de Molina.
Cuando Juan nació el pueblo era tan pequeño que todos los senderos pasaban por la puerta de su casa y, desde su niñez, fue un agudo observador de la vida de su aldea.
Y no hubo tarea que no emprendiera siendo protagonista de aquella época que exigía tremendos desafíos para sobrevivir en la pampa bárbara. 
Fue soldado, agricultor, hacendado, comerciante y político. Integró el gobierno comunal desde 1876 hasta la promulgación de la Ley Orgánica de las Municipalidades. 
Cuando el cólera de 1886 asoló la ciudad, fue el más apasionado colaborador del equipo sanitario que encabezó el Dr. Leónidas Lucero.
Se había casado con Leopoldina Benítez, hija del teniente de dragones Rufino Benítez. Falleció el 12 de mayo de 1888 en su casa de la segunda cuadra de calle Sarmiento, lugar que hoy ocupa el ex Colegio Nacional.

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