miércoles, 28 de mayo de 2014

¿QUÉ SABÉS DE TU CALLE?

Todos vivimos en un domicilio que se sitúa en alguna calle de alguna ciudad. Claro que, muchas veces, no sabemos cuál es la historia de nuestra calle. Por eso hoy te presentamos ésta…

PABLO ACOSTA

El 9 de abril de 1828 el acta de fundación de la Fortaleza Protectora Argentina era firmada en la tienda de campaña del coronel Ramón Estomba. 
Y sólo fue suscripta por tres civiles entre tantos militares. Uno de ellos se llamaba Pablo Acosta y, su nombre, le fue impuesto por ordenanza del 19 de noviembre de 1964 a la calle que nace al 2.400 de Estomba.
Nació cuando despuntaba el siglo XIX en la provincia de Buenos Aires y fue uno de los primeros pobladores de frontera en las márgenes del arroyo Azul. 
En su momento fue propietario de 3.000 cabezas de ganado vacuno, 1.000 ovejas y 80 caballos. A su estancia la denominó “San Javier”, muy probablemente en homenaje a su esposa, doña Javiera Martínez Vidal.
Cuando se dispuso la fundación del fortín en nuestra ciudad, don Juan Manuel de Rosas --por entonces gobernador del territorio bonaerense-- le arrendó a Acosta el servicio de 30 carretas para transportar víveres, municiones, pertrechos y a las familias del contingente expedicionario.
Y no sólo se afincó en nuestra ciudad sino que, entre 1838 y 1939, ejerció las funciones de Juez de Paz.  En 1840, mientras arreaba una tropilla de su propiedad, fue lanceado por los indios falleciendo el 13 de febrero de ese año. Sus restos fueron inhumados en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced y se le rindieron honores militares.

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