miércoles, 4 de junio de 2014

EDITORIAL

LA JUSTICIA FEDERAL PUSO PRIMERA… Y ARRANCÓ

 Decíamos, a principios de mayo pasado, que la justicia federal --como ningún otro estamento-- tiene un olfato especial para detectar los cambios políticos. 
Sobre todo cuando comienza a sobrevolar el final de un ciclo. Y eso parece ocurrirle al gobierno de Cristina Kirchner. 
Es que, semanas atrás y con diferencia de pocos días, los jueces la embocaron a ella. A la intocable. 
A la suma sacerdotisa del kirchnerismo. Parece que lo de Chevron no huele bien.

Pero además, y en una clara señal de “vamos por todo” (frase kirchnerista si las hay), también le dispararon munición gruesa al vicepresidente Amado Boudou ya que desestimaron su pedido de ser “eyectado” en la causa Ciccone. 
Porque la Cámara de Casación ordenó que se lo siga investigando.
Y si no fuera porque estamos acostumbrados a casi todo, debería escandalizarnos que nuestras máximas autoridades se muestren tan flojas de papeles ante la justicia.
Aunque, a fuer de ser sinceros, le hemos dado “poca bola” a estas dos noticias acostumbrados, como estamos, a que “los de arriba nunca paguen”.
Y eso, tal vez, porque no creemos en nuestra justicia federal. Claro que no debiéramos generalizar porque hay de todo en “la viña del Señor”. Están los que sólo saben servir al gobierno de turno; hay quienes aguantan decentemente las presiones;  y no faltan los que salen --de tanto en tanto-- a espiar la veleta instalada en las terrazas de sus juzgados.

Y si ven que el viento del poder comienza a soplar para otro lado… entonces, y rápidamente, sufren un “súbito ataque de independencia” y comienzan a adelantar el almanaque. ¿Y entonces?
Entonces la Cámara Federal, Sala II, dispuso que Cristina sea investigada por la firma del decreto que habilitó el acuerdo entre YPF y la petrolera norteamericana Chevron para explotar el yacimiento de Vaca Muerta. Y lo que afronta CFK es nada menos que abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y tentativa de contaminación ambiental.

Pero, además, la Cámara Federal, Sala I, le dio otro disgusto a CFK ya que declaró inconstitucional el acuerdo firmado en enero del 2013 con la República Islámica de Irán.
Claro que faltaban las frutillas del postre. Porque la Cámara Federal de Casación Penal le reabrió una causa a Julio De Vido por enriquecimiento ilícito y le “chantó” 6 meses de prisión, en suspenso, a Ricardo Jaime por el intento de ocultar pruebas en una de las tantas causas que tiene abiertas.
Para finalizar: no estaría mal que la justicia comenzara a poner las cosas en su lugar. Que el blanco sea blanco y que el negro sea negro. Que no sean los ladrones de gallinas los únicos que vayan en cana. Porque, en un país serio, hasta los “chorros de guante blanco” también van en cana.
Señores… parece que “El gran premio de la justicia federal” se puso en marcha. Era hora…

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