miércoles, 29 de octubre de 2014

INVESTIGACIONES DE ALTO IMPACTO

Cuentan las crónicas de la época que un avión, misteriosamente, se esfumó. Pero no volando si no en tierra firme. Y nunca más se supo de él. La historia ocurrió en nuestra ciudad y bien podría ser titulada...

S.O.S. AVIÓN DESAPARECIDO

A principios de 1970 --hace poco más de 44 años-- se trasladó al espacioso sitio que ocupa el Patronato de la Infancia de nuestra ciudad, un avión con el propósito de dejarlo instalado como si fuera un monumento. 
La aeronave en cuestión era un Vought F4U-5NL Corsair que había surcado los cielos de Bahía desde 1956 hasta mediados de la década del '60.
Una nota, publicada en el diario "La Nueva Provincia", señalaba que había sido el comandante de la Fuerza Aeronaval N° 2 de entonces, el capitán de navío Aldo Mariuzzo, quien había realizado las gestiones para entronizar el Corsair en un patio interno de la institución. 
La aeronave llegó al predio totalmente equipada, con su historial a modo de curriculum y hasta con una amplia reseña histórica de nuestra Aviación Naval.
Se sabe que el avión debía instalarse "en un lugar de preferencia para ser objeto de permanente exhibición y recreo para grandes y chicos. También, claro, con el propósito de despertar el interés y la vocación hacia todo cuanto se vincula a la práctica de la aviación".
Y si bien el 3-A-208 (tal su matrícula) fue donado el 1966 (poco después de su baja), el monumento recién fue inaugurado el 6 de enero de 1970 luego que fuera promulgada la ley 16.928. Imágenes tomadas por aquellos días dan cuenta que el Corsair exhibía un notable estado de conservación y hasta su pintura original. Lo cierto es que, por años, fue motivo de curiosidad de grandes y chicos y de todo aquel que pasara por la calle Zapiola al 900, sede del Patronato.


Claro que sin mantenimiento, a la intemperie, con el paso del tiempo y las infaltables manos depredadoras... la aeronave fue perdiendo parte de sus piezas y ya nunca más lució con aquel encanto que atrajo a los bahienses para verlo y admirarlo.
Pero eso no fue todo lo que le ocurrió al viejo y noble Corsair. Sabido es que, necesitado de financiamiento, el Patronato tuvo que ir desprendiéndose de algunos de los lotes que rodeaban su majestuosa casona. Terrenos que fueron vendidos para construir edificios de propiedad horizontal lo que dio aire a las alicaídas finanzas de la institución.
Y un día, sin saber cómo, ni cuándo, ni quienes, ni el por qué... el Corsair se hizo humo en el aire y nunca más se supo de él. Curiosamente no quedaron rastros de esa desaparición. Y, curiosamente, tampoco se puso mucho énfasis en la investigación del robo.
Poco terreno le queda hoy al Patronato y nada del aquel Corsair que era una joya de nuestra Aviación Naval.
Y de no ser porque el entrañable Corsair se encontraba en tierra firme... la historia de su desaparición nos haría recordar a las muchas aeronaves que, misteriosamente, desaparecieron en el denominado "Triángulo de las Bermudas".

Cuenta la historia…

...que el Chance Vought F4U Corsair --"corsario" en español y de origen francés-- fue un avión de caza especial para portaaviones que estuvo en servicio, principalmente, durante la Segunda guerra mundial y la de Corea. 
La demanda de la aeronave pronto sobrepasó la capacidad de producción de Vought, razón por la cual "les prestó" la patente de fabricación a las compañías Goodyear y Brewster.
Los Corsair --fabricados por la Goodyear-- fueron designados FG y los de Brewster F3A. Desde la entrega del primer prototipo a la Armada de los Estados Unidos --en 1940-- hasta la última formalizada en 1953 a Francia, Vought produjo 12.571 aviones F4U Corsair --en 16 modelos diferentes-- siendo el caza con motor de explosión producido durante más tiempo en la historia de los Estados Unidos (1940–1953).

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