miércoles, 19 de noviembre de 2014

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…


MACROCENTRO:
INDEFINIDA… PERO ARMONIOSA


Esta casa, que se levanta en Donado 814, debe de haber sido considerada --en su tiempo-- como lujosa y hasta llamativa por sus líneas arquitectónicas.
Ayuda a la vista, claro, que en ese sector de la ciudad el tendido de cables sea subterráneo lo que permite observarla sin interferencias visuales.
Y si bien la pintura que hoy exhibe no es la original, tiene sin embargo la virtud de realzar las líneas de su diseño.
El dibujo de la fachada exhibe --aún para legos en la materia-- una geometría proporcionada en la elección de los ornamentos que terminan definiendo sus líneas finales.
Es cierto que no tiene un estilo definido. Por caso señalarlo como ecléctico no sería erróneo porque muestra una estructura clásica. Aunque su lenguaje arquitectónico también roza lo geométrico del art decó, aunque no definitivamente.
El año de construcción de la vivienda debiéramos situarlo en la década que va de 1915 a 1925.

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