miércoles, 3 de julio de 2013

INFORMACIÓN CLASIFICADA

Con Pirincho nos conocemos casi desde siempre. Hace años que vive en Vicente López (norte del conurbano bonaerense) y se desempeña como jardinero en Olivos.
Naturalmente tiene acceso a la casona cuyos pasillos guardan no pocos secretos de estado. Pero también, y mientras encumbrados funcionarios aguardan ser llamados caminando por el parque, mi asesor político siempre tiene los oídos atentos y, vía mail, me hace llegar info de alta gama… Por caso la que sigue…


TRIVIÑO... LEVÁNTATE Y ANDA

Me cuenta el amigo que lo enviaron al sur (pasaje oficial y viático incluido) para analizar una tierra muy fértil, en cercanías de El Calafate. Una tierra que, de pasar su ojo crítico, sería "importada" para recambiar por la que actualmente tienen los canteros de la residencia. Y, en territorio de CFK, recogió alguna data que me hizo llegar para esta columna del blog.  
Dice Pirincho que, desde mediados de mayo y sin proponérselo, el hombre quedó envuelto en un gran escándalo que se armó luego que --al cuestionado empresario K, Lázaro Báez-- se le ocurrió desarmar la bóveda de una de sus casas para mudarla a una de las tantas "quintitas" que tiene en la provincia.
Se dice, en tierras del glaciar Perito Moreno, que Sergio Manuel Triviño --que de él se trata-- está atravesando por uno de los peores momentos de su vida.
 
Es que, las fotos que tomó en el interior de la casa del empresario, lo pusieron en el ojo de la tormenta y, por estos días, da gracias al tata Dios de no haber perdido el trabajo (es operario de "Austral Construcciones", la empresa que gana todas las licitaciones públicas en el sur, y que tiene galpones en la calle Dean Funes de Río Gallegos).
Lo cierto es que mi amigo, en el poco tiempo que le quedó libre en esa ciudad patagónica, se encontró de casualidad con Triviño que es quien tomó más de 200 imágenes --con su celular-- durante el desarme de la bóveda y que, como se sabe, se la mudó a otra propiedad. El encuentro fue toda una casualidad porque, a Triviño, se le había parado su auto marca Gol. Y, como Pirincho se la rebusca con los fierros, le dio una mano.
El auto Gol de Triviño
Me cuenta, además, que Triviño es seguido --a todos lados-- por una camioneta con efectivos de la Brigada de Investigaciones de la provincia. Seguridad que no pidió pero que, de oficio, le fue colocada por orden federal ya que Triviño desistió de ingresar al paraguas de protección de testigos.
En la breve charla que mantuvieron, mientras Pirincho le metía mano al motor del Gol, le comentó que “estoy pasando unos días de mierda” y le dijo que "muchos periodistas no dejan de decir boludeces”, en referencia a las teorías de cómo llegaron las fotos que tomó a manos del periodista Jorge Lanata y que fueron exhibidas en el programa "Periodismo Para Todos".
Lo último que alcanzó a decirle a Pirincho, antes que la custodia policial lo apurara, fue que "mi futuro laboral sigue comprometido... también mi vida... y, por ahora, no voy a hablar con nadie. Me voy a guardar". Pero fue más lejos al anticiparle: "Me citaron a declarar y negué todo. Le dije al fiscal que yo no saqué ninguna foto... y que me prueben lo contrario. ¿Se creerán que soy bolu..?".
Tras este informe, al menos a mí, me queda claro que Pirincho... además de jardinero... bien podría ser corresponsal de guerra.

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