INFORMACIÓN CLASIFICADA

Con mi asesor político Pirincho nos conocemos casi desde siempre. Hace años que vive en Vicente López (norte del conurbano bonaerense) y se desempeña como jardinero en Olivos.
Naturalmente tiene acceso a la casona cuyos pasillos guardan no pocos secretos de estado. Pero también, y mientras encumbrados funcionarios aguardan ser llamados caminando por el parque, mi asesor político siempre tiene los oídos atentos y, vía mail, me hace llegar info de alta gama… Por caso la que sigue…

¿POR QUÉ CRISTINA SE INMOLÓ POR MILANI?

Me cuenta el amigo que, días atrás, la quinta se convulsionó. Ministros, secretarios de Estado, legisladores nacionales del oficialismo y algunos referentes del poder se dieron cita convocados de manera urgente por la presi. Es que Horacio Verbitsky, titular del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), había disparado un misil que hirió de muerte el ascenso de César Milani (al grado de teniente general como jefe supremo del Ejército), que había sido postulado nada menos que por CFK.
Dice Pirincho que el enojo de Cristina fue tal que, desde el parque, se escuchaban sus gritos y el estruendo de algún objeto de cerámica estrellado contra pisos y paredes de la residencia.

Horacio Verbitsky

Lo cierto es que, al término de varios cónclaves que tuvieron lugar, se informó que CFK retiraba del Senado el pliego para que sea tratado --en diciembre-- junto a los demás ascensos de los uniformados.
Y si bien su pliego no será tratado hasta fin de año… lo cierto es que seguirá al frente de la cúpula del Ejército. Ahora bien: ¿qué es lo que tiene César Milani para que Cristina Fernández se “inmole” respaldándolo, aún cuando es tan cuestionado por la tropa kirchnerista? O, mejor dicho, ¿qué es lo que la presidenta supone obtener a cambio de ese apoyo al nuevo jefe del Ejército? Y todo parece indicar, en opinión de mi asesor, que Cristina está dispuesta a, inclusive, perder poder político con tal de continuar “bancándolo”. Para Pirincho, y por lo que pudo escuchar, el tema de la custodia de las urnas electorales (tanto en agosto como en octubre) podría ser la respuesta a esa inquietud.

César Milani, el general polémico

Pero además, según la información que me hizo llegar, tampoco la situación estaba controlada en el Senado. Es que, tras la lluvia de denuncias en contra del nuevo jefe del Ejército, fue un problema para la tropa K --que en todos estos años hizo una bandera de los derechos humanos-- sostener el ascenso sin quedar “colgados del pincel”. 

Y, por eso, se desató una feroz interna en las filas del oficialismo. Pregunta: ¿este viraje de Verbitsky fue con el visto bueno de Cristina? ¿O, más bien,  fue un síntoma de una cruenta lucha que comenzó dentro del kirchnerismo?
Como sea, en los pliegos más intestinos del Frente para la Victoria la incomodidad por defender a Milani (que fue vinculado a delitos de lesa humanidad por la presidenta de Madres de Plaza de Mayo de La Rioja, Marcela Ledo) no se pudo “barrer debajo de la alfombra” que es lo que hacen los K cuando “las papas queman”.

CFK recalculará hasta diciembre

La teoría de todos los que visitaron la residencia, en esas horas turbulentas, son las urnas. Porque el Ejército es el encargado de custodiar las elecciones y el traslado de las mismas. Un tema sensible teniendo en cuenta las denuncias de fraude que salpicaron los últimos procesos eleccionarios en el país.
Según pudo escuchar mi asesor, el decreto 502/2013 --que firma Cristina y que se publicó en el Boletín Oficial el pasado 9 de mayo-- deja conformado el Comando General Electoral que integrarán efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. 

Hugo Moyano

Así, este organismo se constituye "a los fines de la custodia de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias a celebrarse el 11 de agosto de 2013 y las elecciones nacionales a celebrarse el 27 de octubre de 2013", aclara ese decreto. Más aún le otorga facultades para “impartir órdenes, adoptar medidas para asegurar el mejor cumplimiento de su cometido y a mantener relación directa con gobiernos locales y organismos nacionales, los que le prestarán colaboración en el máximo grado de sus posibilidades", añade.

Es obvio --me señala Pirincho para finalizar su informe-- que, quien esté al mando del Ejército, debe ser de absoluta confianza de Cristina. Porque acá el que no corre vuela y temen que, la fiscalización que en todo el país realizará el camionero Hugo Moyano, pueda generar “alguna trampita” durante el desplazamiento de las urnas. Por todo esto es que habrá que esperar hasta los primeros días de diciembre para saber si Cristina decide definitivamente “inmolarse” políticamente sosteniendo al polémico Milani; o si, finalmente, le suelta la mano y el polémico general da “un conveniente” paso al costado a su designación como jefe del Ejército en un “renunciamiento histórico” que le ahorre más costos políticos a la presi.