Con mi asesor político Pirincho nos conocemos casi desde siempre. Hace años que vive en Vicente López (norte del conurbano bonaerense) y se desempeña como jardinero en Olivos.
Naturalmente tiene acceso a la casona cuyos pasillos guardan no pocos secretos de estado. Pero también, y mientras encumbrados funcionarios aguardan ser llamados caminando por el parque, mi asesor político siempre tiene los oídos atentos y, vía mail, me hace llegar info de alta gama… Por caso la que sigue…
Naturalmente tiene acceso a la casona cuyos pasillos guardan no pocos secretos de estado. Pero también, y mientras encumbrados funcionarios aguardan ser llamados caminando por el parque, mi asesor político siempre tiene los oídos atentos y, vía mail, me hace llegar info de alta gama… Por caso la que sigue…
LUCES ROJAS PARA LA SUPREMA CORTE
Me cuenta el amigo que un saloncito de la residencia, con ventana que da sobre el parque, suele ser uno de los lugares donde funcionarios, legisladores, políticos o militantes, aguardan ser atendidos por CFK. Lo cierto es que, cuando la ventana se encuentra entornada para que salga el humo de los cigarrillos, es posible escuchar lo que se habla simplemente parando la oreja y poniéndose a un costado de la misma para evitar ser visto.
En ese saloncito, aguardando, se encontraban el ministro de Justicia Julio Alak y el senador nacional por Neuquén, Marcelo Fuentes, que es presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y kirchnerista rabioso para más datos. Comentaban que, tras el traspié en la Corte de parte de los artículos relacionados con el Consejo de la Magistratura, la única que quedaba era aumentar el número de miembros del Supremo Tribunal de los actuales 7 a 19.
En ese saloncito, aguardando, se encontraban el ministro de Justicia Julio Alak y el senador nacional por Neuquén, Marcelo Fuentes, que es presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y kirchnerista rabioso para más datos. Comentaban que, tras el traspié en la Corte de parte de los artículos relacionados con el Consejo de la Magistratura, la única que quedaba era aumentar el número de miembros del Supremo Tribunal de los actuales 7 a 19.
Claro que esto implicaría, no sólo un duro proceso de instalación del tema, sino lograr en el Senado la aprobación por parte de una mayoría calificada. Esto implica tener la voluntad favorable de dos tercios de los presentes lo que no es para nada sencillo.
Tanto Alak como Fuentes coincidían en que para lograr esta jugada, se necesitarán argumentos sólidos y tiempo. Y parece que, Cristina, no tiene ni lo primero ni lo segundo. El plan B de la presidenta sería echar mano a la ley 26.183 que establece que, la Corte Suprema de Justicia, debe estar compuesta por 5 (cinco) miembros. Y, si hasta el momento no se alteró la actual composición de 7, es porque, al sancionarse esa ley en el 2006, se acordó que la reducción gradual se daría conforme se fueran produciendo las dos primeras deserciones: sea por renuncia, por impedimento físico o por muerte de alguno de los actuales 7 miembros.
Tanto Alak como Fuentes coincidían en que para lograr esta jugada, se necesitarán argumentos sólidos y tiempo. Y parece que, Cristina, no tiene ni lo primero ni lo segundo. El plan B de la presidenta sería echar mano a la ley 26.183 que establece que, la Corte Suprema de Justicia, debe estar compuesta por 5 (cinco) miembros. Y, si hasta el momento no se alteró la actual composición de 7, es porque, al sancionarse esa ley en el 2006, se acordó que la reducción gradual se daría conforme se fueran produciendo las dos primeras deserciones: sea por renuncia, por impedimento físico o por muerte de alguno de los actuales 7 miembros.
El plan, según escuchó Pirincho, es comenzar a "ahuyentar" al menos a un par de los hoy hostiles magistrados. Por caso Carlos Fayt (“el centenario”, según opina Cristina) y Carmen Argibay que tiene delicados problemas de salud. En ambos casos --acordaron Alak y Fuentes-- un "empujoncito" no vendría mal. Es que si Fayt y Argibay renunciaran --o tuvieran problemas que los obligaran a dejar sus cargos-- la Corte Suprema quedaría legalmente constituida por los 5 miembros que establece la ley vigente. Esto es: los doctores Zaffaroni, Highton de Nolasco, Petracchi, Maqueda y Ricardo Lorenzetti, que es el presidente del Supremo Tribunal.
Y en ese hipotético escenario de 5 miembros, la ley establece que las decisiones deben ser tomadas con el voto de la mayoría absoluta: 3 de 5. De lograr este escenario el gobierno sabe que cuenta con el voto más que seguro de su juez militante --Eugenio Zaffaroni-- y, si se quiere y "apretándolo" un poquito, Lorenzetti bien podría pasar a engrosar las filas kirchneristas.
Se sabe que, los métodos de presión de un kirchnerismo asustado, pueden llegar a ser brutales. Si por el medio que fuera consiguieran las vacantes de Fayt y Argibay, no necesitarían hacer absolutamente nada en el Congreso y contarían --automáticamente-- con una Corte Suprema mucho más amistosa.
Es sabido que cuando Cristina Kirchner aborda un tema, nunca lo hace sin segundas y hasta terceras intenciones. Porque es una especialista en transitar los caminos periféricos de lo legal. Pregunta ingenua del final: cuando hablan de un hipotético incremento de miembros en la Corte, ¿no estaremos, en realidad, ante una fuerte presión del ejecutivo para forzar una disminución? A estar atentos.
Se sabe que, los métodos de presión de un kirchnerismo asustado, pueden llegar a ser brutales. Si por el medio que fuera consiguieran las vacantes de Fayt y Argibay, no necesitarían hacer absolutamente nada en el Congreso y contarían --automáticamente-- con una Corte Suprema mucho más amistosa.
Es sabido que cuando Cristina Kirchner aborda un tema, nunca lo hace sin segundas y hasta terceras intenciones. Porque es una especialista en transitar los caminos periféricos de lo legal. Pregunta ingenua del final: cuando hablan de un hipotético incremento de miembros en la Corte, ¿no estaremos, en realidad, ante una fuerte presión del ejecutivo para forzar una disminución? A estar atentos.
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