LA MALDICIÓN DE LOS VICEPRESIDENTES ARGENTINOS
Teniendo en cuenta los acontecimientos que, por estos días, tienen como protagonista a Amado Boudou... pero repasando, además, la historia política del país... la conclusión es bastante obvia: un estigma maléfico acecha a la mayoría de quienes ocuparon ese cargo en la pirámide de poder del país.
Y el repentino protagonismo que, por motivos diversos, cobraron algunos vicepresidentes en determinados momentos de la historia política del país revela una trama insospechada.
Y el repentino protagonismo que, por motivos diversos, cobraron algunos vicepresidentes en determinados momentos de la historia política del país revela una trama insospechada.
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Amado Boudou |
Los ejemplos sobran y no podrían quedar afuera los casos de Alberto Teisaire, María Estela Martínez de Perón, Víctor Martínez, Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf, Carlos "Chacho" Alvarez o Julio Cobos, entre otros.
Y no dejará de ser interesante repasar los ejemplos más recientes. Por caso el primer gobierno de CFK que tuvo, como vice, a quien terminaría convirtiéndose en un “sapo de otro pozo”.
Y no dejará de ser interesante repasar los ejemplos más recientes. Por caso el primer gobierno de CFK que tuvo, como vice, a quien terminaría convirtiéndose en un “sapo de otro pozo”.
Casi, casi como “dormir con el enemigo”. La referencia es a Julio Cobos. Y, así, lo que había nacido como una alianza partidaria en las elecciones de 2007, se quebró irremediablemente --menos de un año después-- cuando el “Cleto” (como presidente del Senado) votó en contra de un proyecto considerado clave para el Ejecutivo.
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Julio Cobos |
La referencia es a la denominada "resolución 125" que generó masivas protestas de los ruralistas y dividió al país. Esa decisión, del 17 de julio de 2008, marcó la ruptura de Cobos con el kirchnerismo y lo colocó en la trinchera de enemigos de un día para otro.
Claro que los vicepresidentes de Cristina no fueron los únicos envueltos en controversias.
A Carlos Saúl Ménem no le fue bien ni con Eduardo Duhalde ni con Carlos Ruckauf. Porque los dos “serrucharon” al “turco” de lo lindo. Aunque quizás la peor crisis política argentina del siglo XXI, la protagonizó otro vicepresidente, Carlos "Chacho" Álvarez, cuando renunció al gobierno de Fernando de la Rúa en octubre de 2000.
Claro que los vicepresidentes de Cristina no fueron los únicos envueltos en controversias.
A Carlos Saúl Ménem no le fue bien ni con Eduardo Duhalde ni con Carlos Ruckauf. Porque los dos “serrucharon” al “turco” de lo lindo. Aunque quizás la peor crisis política argentina del siglo XXI, la protagonizó otro vicepresidente, Carlos "Chacho" Álvarez, cuando renunció al gobierno de Fernando de la Rúa en octubre de 2000.
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Carlos "Chacho" Alvarez |
Con su desembarco Álvarez rompió la alianza política que sustentaba al ejecutivo y generó una crisis que culminaría con la renuncia del presidente, en diciembre de 2001.
El derrumbe de La Alianza terminaría hundiendo a nuestro país en una de las peores crisis económicas de la historia, generando una insólita acefalía presidencial que terminó con el nombramiento de cuatro jefes de Estado en un lapso de tan sólo 12 días.
Y repasando la historia política queda de manifiesto que, la figura del vice, sólo cobró importancia cuando los presidentes de turno “derraparon”.
El derrumbe de La Alianza terminaría hundiendo a nuestro país en una de las peores crisis económicas de la historia, generando una insólita acefalía presidencial que terminó con el nombramiento de cuatro jefes de Estado en un lapso de tan sólo 12 días.
Y repasando la historia política queda de manifiesto que, la figura del vice, sólo cobró importancia cuando los presidentes de turno “derraparon”.
Al respecto al menos seis vicepresidentes no tuvieron otra que hacerse cargo del timón de la república ya sea por la renuncia o por la muerte del presidente. En ese sentido es imposible soslayar a María Estela Martínez de Perón ("Isabelita"), que debió hacerse cargo de la presidencia ante el fallecimiento de Juan Domingo Perón durante su tercera presidencia.
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Isabel Perón |
Y tal vez, para encontrar una explicación al maleficio que pareciera perseguir a nuestros vicepresidentes, debiéramos poner la lupa en las particularidades del cargo.
Porque, convengamos, que son figuras decorativas. Y, como presidentes del Senado, sólo ordenan las sesiones.
Tal cual lo hace un “zorro gris” con el tránsito. Y son algo así como el muñequito de la torta de bodas. Donde la importante es la torta y no el muñequito.
Por eso quedan sumidos, ya desde el primer día de gobierno, en el ostracismo.
Por eso quedan sumidos, ya desde el primer día de gobierno, en el ostracismo.
Así de simple pero, a la vez, de contradictorio.
Porque la responsabilidad principal del vicepresidente es prepararse para reemplazar al presidente. Pero si esto no ocurre, quedan definitivamente al margen de toda decisión.
Y ni siquiera se los convoca a reuniones de gabinete. Ninguneo que le dicen.
Sin embargo, y a pesar de tener un poder más que limitado, los vicepresidentes también fueron capaces de generar una crisis institucional en el país como ha ocurrido más de alguna vez en nuestra historia.
Sin embargo, y a pesar de tener un poder más que limitado, los vicepresidentes también fueron capaces de generar una crisis institucional en el país como ha ocurrido más de alguna vez en nuestra historia.
Es que no pocos gobiernos han atravesado tormentas políticas cuando, el vicepresidente de turno, se ha dedicado a "fragotear" desde las sombras.
Reflexión final: el próximo vicepresidente, que asuma tras las elecciones del 2015, no haría mal en visitar a una vidente... o a una bruja. Por las dudas, ¿vió?...
Reflexión final: el próximo vicepresidente, que asuma tras las elecciones del 2015, no haría mal en visitar a una vidente... o a una bruja. Por las dudas, ¿vió?...
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