Todos vivimos en un domicilio que se sitúa en alguna calle de alguna ciudad. Claro que, muchas veces, no sabemos cuál es la historia de nuestra calle. Por eso hoy te presentamos ésta…
LAPRIDA
LAPRIDA
Francisco Narciso, tal sus nombres de pila, fue un hijo dilecto de la provincia de San Juan en cuya capital nació el 28 de octubre de 1776.
Y, en homenaje a este patricio singular, esa denominación le fue impuesta --por ordenanza municipal del 16 de mayo de 1935-- a la calle que nace al 700 de Sarmiento.
Cursó sus estudios superiores en la Universidad de Chile graduándose en doctor en leyes.
Cursó sus estudios superiores en la Universidad de Chile graduándose en doctor en leyes.
Precisamente se encontraba en el país trasandino cuando lo sorprendió el movimiento revolucionario de septiembre de 1810, consecuencia del pronunciamiento de mayo en Buenos Aires.
Lo cierto es que, cuando San Martín inició la organización del ejército que llevaría la independencia a Chile y Perú, el Dr. Laprida fue uno de sus más abnegados y eficaces colaboradores.
En 1816 le correspondió a Laprida representar a su provincia en el Congreso de Tucumán y, sus colegas, lo eligieron presidente de la histórica asamblea que declararía la independencia de las Provincias Unidas.
En 1818 desempeñó el puesto de teniente gobernador interino de San Juan y, poco tiempo después, ejerció plenamente el rol de mandatario.
El 22 de septiembre de 1829 falleció en la denominada “matanza del Pilar” y así terminó sus días este ilustre argentino, una de las figuras excluyentes del Congreso de Tucumán del 9 de julio de 1816.
Lo cierto es que, cuando San Martín inició la organización del ejército que llevaría la independencia a Chile y Perú, el Dr. Laprida fue uno de sus más abnegados y eficaces colaboradores.
En 1816 le correspondió a Laprida representar a su provincia en el Congreso de Tucumán y, sus colegas, lo eligieron presidente de la histórica asamblea que declararía la independencia de las Provincias Unidas.
En 1818 desempeñó el puesto de teniente gobernador interino de San Juan y, poco tiempo después, ejerció plenamente el rol de mandatario.
El 22 de septiembre de 1829 falleció en la denominada “matanza del Pilar” y así terminó sus días este ilustre argentino, una de las figuras excluyentes del Congreso de Tucumán del 9 de julio de 1816.
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