Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…
MACROCENTRO:
CUANDO LA PINTURA ESCONDE BELLEZA
Esta más que bien conservada casona, que se levanta en Viamonte 210, fue indudablemente proyectada con un marcado eje simétrico Y que, a pesar del paso de los años, no ha perdido ni fuerza ni estética.
Al punto que uno puede llegar a pasar por alto aquellos elementos propios del presente como el aire acondicionado que se observan en sus costados.
Sin lugar a dudas resaltan sus lineas típicamente italianizantes que, en sus orígenes, supo estar revestida en piedra francesa.
Y hasta es posible --subjetividad mediante-- que aquella belleza primitiva haya quedado escondida y atenuada detrás del color uniforme hoy exhibe.
Podemos ubicar su construcción entre las décadas de 1910 y 1920.
Nota: mucho agradezco, en esta sección, la colaboración del arquitecto Claudio Ballesi.
Celular: (0291) 156 490 365 - Fijo: (0291) 455 9468
Mail: claudio_ballesi@yahoo.com
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