miércoles, 7 de enero de 2015

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas que aún quedan en la ciudad muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque la fiebre horizontal de los '60 trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Lo cierto es que, para quienes disfrutamos de ellas, independientemente de su estado, vale la pena recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…


MICROCENTRO:
CUANDO EL ARTE NO TIENE FRONTERAS


Este magnífico edificio --que se levanta en Fitz Roy 38-- es una acabada muestra del estilo arquitectónico denominado Art Deco y que predominó a partir de la segunda década del siglo XX.
Como se puede apreciar en la imagen toda la fachada, y sus aberturas, tienen que ver con figuras geométricas. Y en este caso particularmente (aunque no necesariamente) predomina el triangulo por sobre el resto de las figuras geométricas que nos muestra.
Para destacar el vano de su portón de acceso que --en vez de ser recto, o de conformar un arco curvo-- se nos muestra con uno geometrizado (o rectificado) que le da un toque más que original.
Inscribimos su construcción en la década que va de 1930 a 1940.

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