En su momento causaron conmoción. Alegres algunos. Patéticos otros. Pero todos con una carga emotiva que nos sensibilizaron. Este que podés escuchar desde el reproductor sucedió el 19 de agosto de 1965 y pasó a la historia como...
EL DÍA QUE ROBARON EL SABLE CORVO DE SAN MARTÍN
Cuenta la historia que, antes de embarcarse para América, el entonces teniente coronel don José Francisco de San Martín, adquirió un sable corvo en la ciudad de Londres.
Fue, probablemente a fines del año 1811, y lo acompañaría durante su extensa campaña en tierras americanas.
Fue, probablemente a fines del año 1811, y lo acompañaría durante su extensa campaña en tierras americanas.
El arma era un fiel reflejo de su personalidad. Se distinguía tanto por sus severas líneas como por su sencillez en la empuñadura y en la vaina.
Carecía de oro o piedras preciosas como gustaban usar, por entonces, los nobles o los altos jefes militares en sus espadas. Lo cierto es que, ese emblemático sable corvo, fue robado en dos oportunidades.
La última el 19 de agosto de 1965. Fue la noticia del día... y así la recogió Ariel Delgado para el informativo del mediodía de Radio Colonia...
A su muerte, y por su expresa voluntad del general, el sable corvo pasó a manos de don Juan Manuel de Rosas. Y, a su muerte en 1877, a las de su hija, Manuelita Rosas que la donó a la Nación el 26 de noviembre de 1896 manifestando su deseo de que fuera depositado en el Museo Histórico Nacional.
En 1963 fue robado por primera vez y, dos años más tarde, fue nuevamente robado a plena la luz del día, en medio de disparos y persecuciones cinematográficas. Finalmente, 10 meses después, volvió a ser recuperado y quedó --hasta hoy-- en custodia del Regimiento de Granaderos a Caballo siendo colocado dentro de un templete blindado.

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