miércoles, 23 de diciembre de 2015

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. 
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

BARRIO HOSPITAL: ÚNICA EN SU ESTILO


La que hoy nos ocupa responde a la definición de "casa chorizo" cuya  característica principal es haber sido levantada sobre un lote angosto y  alargado.
Aunque no lo parezca este tipo de construcciones tienen, en su ADN, la  distribución típica de las villas romanas de comienzos de la era cristiana.
Si bien estas viviendas albergaron a buena parte de la población, durante los  siglos XVIII hasta las primeras décadas del XX, son pocas las que aún se  conservan en pie sea por su avanzada antigüedad o por no haber logrado  adaptarse a las modernas formas de vida que hoy albergan en su interior. 
Es  decir falta de funcionalidad a las necesidades de los tiempos modernos.
Esta, que se levanta en Vieytes 875 tiene un inédito estado de conservación que no es fácil de encontrar en nuestra ciudad. 
Para destacar su acceso que parece ocultar un zaguán que debe guardar, celosamente, un sin fin de historias que allí habrán ocurrido. Finalmente remarcar sus líneas clásicas italiniazantes que sostienen, con soltura, sus más de 90 años de existencia.

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