miércoles, 17 de febrero de 2016

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. 
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

BARRIO UNIVERSITARIO: LA CASONA DEL VIRREY


Describir la denominada “Casa Coleman” nos obliga a hablar, inevitablemente, de Mr. Arthur Coleman. Fue alguien que soñaba el futuro y actuaba en pos de ese futuro, que hoy es parte de nuestro presente.
Y es válido preguntarse por qué un hombre británico, como él, no tuvo una casa de estilo victoriano o tudor. 
La respuesta la tiene el señor Juan de León que fue el primer residente y propietario de esta mansión que fue diseñada por don Pedro Cabré y construida por Marseillán con un estilo clásico italiano… propio de la toscana. 
Su mirador de columnas exentas, las tejas coloniales o las molduras --que la destacan con elegancia y buen gusto-- son los elementos que nos trasladan, mágicamente, a las villas de la campiña itálica. 
Para remarcar la elegancia de las columnas del mirador que se liberan de las paredes lo que nos hace reconocer la influencia de Andrea Palladio en la etapa proyectual de la casona. 

Lo que cuenta la historia…
La ubicamos en avenida Alem 41.
Fue ocupada --entre los años 1931 y 1952-- por mister Arthur Henry Coleman (1869-1952), máxima autoridad de la empresa del Ferrocarril del Sud en nuestra ciudad. 
Fue un verdadero referente de la vida social, comercial e industrial bahiense, al punto de ser reconocido en la jerga popular como "El Virrey"
Desde 1926 y hasta 1947 la compañía que presidía Coleman fue propietaria de los puertos de Ingeniero White y Galván, además de tener las concesiones de los servicios de tranvías, agua, energía y gas
La vivienda en cuestión --un típico chalet con cubiertas de teja y un singular mirador-- fue construida en 1928 por la empresa de Pedro Cabré para Juan de León. 
Éste era un contratista del ferrocarril, afincado por entonces en Ingeniero White. Al fallecer De León la propiedad fue comprada por Coleman, que se instaló allí en 1931. 
En 1972 el inmueble pasó a ser propiedad del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y fue ocupado hasta 1997 por el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO). 
En el 2004 comenzó su recuperación y puesta en valor, siendo habilitada en abril de 2005 como una "Muestra Permanente de Ciencia y Desarrollo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario