miércoles, 24 de agosto de 2016

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. 
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

MACROCENTRO: ITALIANIZANTE Y LLAMATIVA
La casa que se levanta en Donado 754 tiene, si se quiere, una decoración excesiva. Pero, lo cierto, es que sería imposible negar la calidad de sus ornamentos y la belleza de los mismos.


Aún hoy, y a pesar del paso del tiempo, es una de esas construcciones que llaman la atención. Y su herrería, impecable y acorde al resto de la fachada, se destaca aún más por el color que resalta por sobre el elegido para su frente.
No puede ocultar sus líneas italianizantes corroboradas por su frontis triangular --en la puerta de acceso-- y los ornatos que adornan la cornisa.
El período de construcción lo podemos inferir entre la década de 1920 y la de 1930.

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