miércoles, 21 de diciembre de 2016

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. 
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

BARRIO NAPOSTÁ: EL MENSAJE OCULTO DE LAS COLUMNAS SALOMÓNICAS
Esta casona, que se levanta en la calle 19 de Mayo 428, tiene su ADN en el típico estilo denominado Español Colonial. 
Resaltar que, durante su periodo de construcción, estuvo también en boga el estilo Californiano (importado de los Estados Unidos) que tenía características muy similares pero que no utilizaba las columnas salomónicas.


Podemos afirmar que, el estilo de esta construcción, afecta sólo su fachada porque no exhibe techo de tejas en toda la superficie que, de haber sido así, hubiese constituido un elemento más para su decoración. Pero esta circunstancia sería advertible desde la calle, lo que no ocurre.
Es una obra del arquitecto Manfrin desarrollada en la década que va de 1930 a 1940. Como las columnas salomónicas esconden no pocos significados religiosos, y hasta simbólicos, cada vez que observamos alguna con estas características nos queda la inquietud de averiguar si fueron utilizadas como un elemento más decorativo o como el manifiesto de un mensaje oculto.

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