Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado.
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…
MACROCENTRO: UN PALACIO TUDOR
No muchos saben que, la palabra chalet, es un diminutivo del vocablo "castellum" (castillo) que nos remite a las edificaciones medievales y que tiene connotaciones con los estilos normando, tudor, isabelino o jacobino por citar sólo algunos ejemplos.
La casona que hoy nos ocupa se levanta en la calle Castelli 34 y nos ofrece, en su fachada, la clásica utilización del ladrillo con la junta tomada y el techo --de fuerte pendiente-- con una estructura de madera y cubierta de tejas.
Asimismo, la acercan al tradicional estilo Tudor, el arco conopial del acceso y todo su coronamiento con un escudo y el hastial --sobre el balcón-- que cobija un nicho de líneas ojivales.
Otros elementos parecen más bien referirse a arquitecturas clásicas como las ménsulas que sostienen el balcón o los pináculos que limitan el referido hastial.
Habrá que decir que, el ingeniero Jorge Duarte --proyectista de esta construcción-- supo coordinar diferentes corrientes estilísticas y arribar a un diseño que ha perdurado hasta la actualidad con absoluta dignidad.
Duarte también es autor de otras casonas que se levantan tanto en el micro como en el macrocentro de la ciudad.
El constructor de esta mansión fue Ángel Chiaravalli y dejó en ella, como impronta, su destacado trabajo artesanal.
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