miércoles, 22 de febrero de 2017

LADRILLOS VIEJOS

Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado. 
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…

MACROCENTRO: ITALIANIZANTE Y DESPROPORCIONADA
La vivienda que se levanta en calle Montevideo 39 luce, si se lo quiere ver así, como desproporcionada en su fachada. Y la razón de esa característica habrá que rastrearla en la geometría accidentada del terreno, que da cara a las vías del ferrocarril Sud, que pasan por su frente.


Es que la traza férrea ha generado cicatrices profundas en el diseño del ejido urbano de la ciudad. Y ésa es la razón por la que las dimensiones del frente del terreno desproporcionaron, sin querer, su fachada.
Convengamos que, el tratamiento de su frente, luce más que austero. Pero no por eso pasa desapercibido. 
De todas maneras las dimensiones de su ventana lucen como reducidas para semejante frente. De líneas italianizantes, su construcción data de las décadas que van entre el 1900 y el 1920.

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