Muchas de las casas viejas, que aún quedan en la ciudad, muestran la época de esplendor de las primeras décadas del siglo pasado.
Algunas, incluso, tienen tanto valor que debieran ser consideradas patrimonio cultural. Sin embargo la mayoría de ellas hoy parecen cadáveres agonizando.
Y no son pocas las que desaparecieron de la faz de la tierra porque, la fiebre horizontal de los '60, trajo consigo una piqueta depredadora que arrasó con muchísimas construcciones antiguas.
Y vale la pena, entonces, recorrer barrios y villas descubriéndolas e imaginándonos sus épocas de esplendor. Porque, además, las casas viejas son como testigos de una historia que pasó. Por eso, en esta sección del blog, iremos mostrado las pocas que han quedado en pie…
MACROCENTRO: BRITÁNICA Y DE PELÍCULA
No son pocas las casas estilo medieval inglés que aún quedan en pie en nuestra ciudad. Es fácil reconocerlas por sus arcos ojivales pero, sobre todo, por esa sensación visual que generan y que nos recuerdan historias de castillos, reyes y princesas.
La que hoy nos ocupa se levanta en la calle 11 de Abril 366. Por lo general las casas de este tan particular estilo tienen una única “puerta de honor” tanto para ingresar las visitas como para el vehículo.
Pero ésta ofrece la particularidad de ser una de las pocas en la que, la entrada a la vivienda, se realiza por una puerta tradicional en lugar del clásico portón.
Y conociendo el estilo bien se podría afirmar que, la construcción del garaje, fue posterior a que la casa fuera habitada.
El “bow window” es como un soplo de aire fresco en la vivienda que ofrece un cierto aire cinematográfico que hace recordar a la película “Cumbres borrascosas”.
Si bien la vivienda da a un espacio lateral propio, llama la atención que éste haya sido ignorado por el constructor y hasta por sus habitantes originales ya que no presenta ornamentos acordes a su fachada.
Inferimos que fue construida en la década que va de 1920 a 1930.
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