Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica.
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...
MERLE OBERON
Su verdadero nombre fue Estelle Merle O'Brien Thompson y nació en Bombay (India) el 19 de febrero de 1911. Con los años llegó a ser una refulgente actriz de la pantalla grande luego de obtener la ciudadanía británica.
Llegó a Londres en 1928 y comenzó trabajando en un club nocturno con el pseudónimo de Queenie O'Brien incursionando también en el cine con algunos roles menores.
Su primer protagónico fue el rol de Ana Bolena en la película "La vida privada de Enrique VIII" (de 1933), en la que trabajó junto a Charles Laughton.
En 1934 protagonizó, junto a Leslie Howard, "La pimpinela escarlata".
Contrajo matrimonio con el director Alexander Korda quien le cambió el nombre y, desde entonces, fue Merle Oberon.
En 1935 protagonizó "Ángel en tinieblas", película que le valió la nominación al premio Óscar a la mejor actriz.
En 1937 Merle fue elegida para encarnar a Mesalina en la película "Yo, Claudio" dirigida por su marido.
Pero, la actriz, sufrió un accidente de tránsito lo que la obligó a bajarse del proyecto.
A consecuencia de las secuelas del hecho, le quedaron cicatrices en el rostro que casi la llevaron a finalizar su carrera artística.
Pero, un hábil uso del maquillaje y luces convenientemente direccionadas, la ayudaron a seguir trabajando.
En 1939 interpretó a Cathy en el legendario film "Cumbres borrascosas" junto a Laurence Olivier.
La actriz se divorció de Korda en 1945 y se casó en otras tres ocasiones más.
Falleció de un accidente cerebro vascular, a la edad de 68 años, el 23 de noviembre de 1979. Sus restos yacen en el cementerio de Malibú (EE UU).
El secreto que Merle se llevó a la tumba es que, su hermana Selby, era en realidad su madre que la trajo al mundo cuando tan sólo tenía 12 años de edad.
Y la actriz, durante casi toda su vida, vivió con esta mentira a cuestas.
Con uno de sus maridos, David Niven, tuvo 2 hijos.
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