Todos vivimos en un domicilio que se sitúa en alguna calle de alguna ciudad. Claro que, muchas veces, no sabemos cuál es la historia de nuestra calle. Por eso hoy te presentamos ésta…
MARTINIANO RODRÍGUEZ
A la altura de Estomba 1.500 nace esta calle cuyo nombre le fue impuesto por resolución municipal del 15 de octubre de 1907, reemplazando la denominación original de La Rioja.
El coronel Martiniano Rodríguez fue un impetuoso entrerriano cincelado a sable y lanza en las montoneras de José Gervasio Artigas y Pancho Ramírez.
Bahía Blanca le debe no sólo la consolidación de los cimientos del primitivo bastión militar, si no también las primeras señales de progreso que hicieron sombra sobre la tierra áspera y desierta de la primitiva aldea.
El 1 de septiembre de 1810 Martiniano se incorporó --como soldado-- al regimiento de Dragones de la provincia de Entre Ríos y, su denodado valor le fue permitiendo ascensos militares.
Lo cierto es que, con el grado de capitán, integró el primer escuadrón del Regimiento 7 acompañando a Estomba en la expedición fundadora de la ciudad.
Una de sus muchas hazañas épicas fue la de haber aniquilado a las formidables huestes de los caciques ranquelinos Toriano y Mariano Rozas el 27 de mayo de 1832.
Entre estampidos de pólvora y alaridos maloqueros, murió en su ley a orillas del arroyo Chapaleufú.
Fue el 17 de marzo de 1841 y lo sepultaron en la iglesia de la localidad bonaerense de Azul. Su estirpe se prolongó en hijos que prestigiaron el patriciado bahiense. Bahía Blanca le debe mucho más que una calle.
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