RADIOGRAFÍA DE UN OTOÑO CALIENTE…
A poco que uno repare en distintos acontecimientos ocurridos en nuestro país --sobre todo en los últimos meses-- llegará a la conclusión que Cristina no sabe bien cómo manejar la transición de cara a sus últimos 20 meses de gobierno.
Como diría el tango está desorientada como no sabiendo que “trole hay que tomar para seguir”.
Es que el retroceso del relato y, sobre todo, del modelo “nacional, progresista y popular” es imposible de maquillar.
Es que el retroceso del relato y, sobre todo, del modelo “nacional, progresista y popular” es imposible de maquillar.
Del apogeo de aquel 54 % --en octubre del 2011-- y su triunfalista “vamos por todo”… la actualidad la encuentra en la anemia menos pensada.
Y CFK, en el ocaso de su ciclo, tal vez haya comenzado a resignarse por no disponer de un sucesor que la seduzca y la convenza de cara al 2015.
Por ahora pareciera dejar correr a alguno de sus acólitos sólo con el propósito de no “hacerle el campo orégano” a Daniel Scioli.
Había pensado en Carlos Zannini (el secretario Legal) o en Axel Kicillof (el ministro de Economía). Incluso mandó a medirles la imagen. Pero el resultado la desanimó. Zannini está solamente para manejarse en las sombras como un “monje gris”; y Axelito derrapó al convertirse en la cara visible de un ajuste económico que generó pesimismo sobre los argentinos.
Y CFK, en el ocaso de su ciclo, tal vez haya comenzado a resignarse por no disponer de un sucesor que la seduzca y la convenza de cara al 2015.
Por ahora pareciera dejar correr a alguno de sus acólitos sólo con el propósito de no “hacerle el campo orégano” a Daniel Scioli.
Había pensado en Carlos Zannini (el secretario Legal) o en Axel Kicillof (el ministro de Economía). Incluso mandó a medirles la imagen. Pero el resultado la desanimó. Zannini está solamente para manejarse en las sombras como un “monje gris”; y Axelito derrapó al convertirse en la cara visible de un ajuste económico que generó pesimismo sobre los argentinos.
Los chicos de La Cámpora no dejan de repetirle a la presi que el estado de ánimo de la sociedad es transitorio y que las cosas cambiarán para el año próximo.
Como mentira piadosa vaye y pase… pero --como dijera Perón-- la “única verdad es la realidad”.
Como mentira piadosa vaye y pase… pero --como dijera Perón-- la “única verdad es la realidad”.
Y la realidad es que la inflación seguirá comiendo los bolsillos, que la inseguridad no afloja y que la droga es --al menos por el momento-- un flagelo al que no le encuentran solución.
Para colmo los funcionarios de su gabinete no dejan de hacer papelones y, más que políticos, parecen malos actores de un pésimo sainete.
Para colmo los funcionarios de su gabinete no dejan de hacer papelones y, más que políticos, parecen malos actores de un pésimo sainete.
Y bien se podría aventurar que, el “truco de la política”, Cristina debe afrontarlo con 3 cartas que no le aseguran ganar el juego: un 4 de copas, un 4 de oro y un 4 de bastos.
Así de precario es el presente del kirchnerismo. La “dékada ganada” es hoy una “década rifada”.
Y por más que la presi siga señalando --por cadena nacional-- que la situación hoy es mucho mejor que la del 2003… queda claro que está omitiendo que es mucho peor que la del 2007 cuando se calzó la banda y el bastón presidencial. Es que en la política… como en la matemática… 2 más 2 no es 5…
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