INFORMACIÓN CLASIFICADA

Con mi asesor político, Pirincho, nos conocemos casi desde siempre. Hace años que vive en Vicente López (norte del conurbano Bonaerense) y se desempeña como jardinero en Olivos.
Naturalmente tiene acceso a la casona cuyos pasillos guardan no pocos secretos de estado. Pero también, y mientras encumbrados funcionarios aguardan ser llamados caminando por el parque, mi asesor político siempre tiene los oídos atentos y, vía mail, me hace llegar info de alta gama. Por caso la que sigue…

Me cuenta el amigo que, una de las costumbres más arraigadas entre quienes llegan a la residencia para entrevistarse con "los que cortan el bacalao", es aprovechar el tiempo mientras aguardan ser atendidos. Sea en los pasillos interiores, en los saloncitos de estar, o en el parque… se la pasan con el celular dale que te dale a la lengua. 

Y parece que, el que soltó la lengua sin reparar que lo escuchaban, fue el actual titular del ministerio de Defensa, Agustín Rossi. Estaba más que enojado porque había descubierto que uno de sus antecesores en el cargo, Nilda Garré, había concretado un negocio ruinoso para el país. Es que Rossi descubrió que habíamos cambiado a Italia 3 viejos aviones nuestros por 20 helicópteros tanos aún más viejos y --encima-- todavía hay que pagarles unos mangos por el trueque.

Avión G 222

La historia, según Rossi, es como sigue: el 28 de diciembre del 2011 el ministerio de Defensa de nuestro país --en ese entonces en cabeza de Nilda Garré-- firmó un contrato con el ministerio de Defensa italiano para realizar un complejo canje. 

Ese documento tiene las firmas del secretario de Planeamiento argentino, Jorge Mauro Vega, y de los directivos de las empresas “Alenia Aeromachi” y “Augusta Westland”. La operación fue rubricada, el pasado 8 de mayo, con la “Decisión Administrativa 182” que lleva la firma del anterior ministro de Defensa, Arturo Puricelli, y del ex Jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina. Los 20 helicópteros que recibirá nuestro país habían sido radiados del servicio, en el 2008, por el escuadrón “Practica Di Mare” del ejército italiano.

El canje rubricado establecía que, por esos helicópteros viejos, la empresa italiana “Alenia” recibiría 3 aviones militares de transporte táctico --los G222-- que el ejército de nuestro país dio de baja por falta de repuestos o mantenimiento.
Estos 3 aviones fueron valuados por las partes en € 1.891.571. Sin embargo, y como con ese valor no alcanzaba para pagar los 20 helicópteros… Puricelli acordó abonar otros € 734.468,80 lo que implica desembolsar --en total-- la escandalosa suma de € 2.626.039,80. 

Los tanos, según expertos en la materia, “nos rompieron el tuje y alguien se quedó con un suculento vuelto”. Explicado el entuerto a través de su celular, Rossi le aseguró a su interlocutor que había metido la pata al declarar al periodismo su “decisión de no revisar” lo actuado por su predecesor, Arturo Puricelli, en la polémica campaña antártica, aún cuando se señalaron serias irregularidades en las contrataciones realizadas por esa cartera.

Y le contaba que, tras las desastrosas elecciones legislativas de octubre pasado, no había clima para "echar más leña al fuego" y reconsiderar esos contratos firmados con los tanos.

Y, según el informe de Pirincho, Rossi finalizó la comunicación telefónica expresándole, a su interlocutor, los ruegos al Cielo para que la “corpo” no se entere de esa desafortunada operación… y que esperaba que “los malditos helicópteros… al menos pudieran levantar vuelo”…