SÓTANO BEAT

Entre muchas otras razones las décadas del 60 y del 70 ingresaron en la leyenda por su música con intérpretes y canciones que marcaron una época irrepetible. 

Nacionales y extranjeros, por igual, dejaron un legado que marcó a no pocas generaciones de quienes fueron jóvenes en aquellos años. Y esta sección es un tributo para todos ellos…  

ROBERTO VICARIO Y A DERRETIRSE

Esta semana vamos a evocar a quien, con su voz grave, profunda y acariciadora, les generaba ratones a las mujeres de fines de la década del ‘60…

Habrá que recordar que, ya en los '50, la música romántica y las melodías habían desaparecido de las preferencias del público. 

Para peor había irrumpido la denominada “Nueva Ola” con su alegría, sonidos estridentes y numerosos cantantes que rápidamente se impusieron en el gusto popular. 

Fenómeno que se acrecentó con la aparición de “El Club del Clan”. 
Definitivamente la música melódica había pasado al olvido. Chau a los lentos.

Sin embargo --a fines de los '60-- un locutor de voz grave y decir atildado encontró la vuelta para volver a instalar ese tipo de género. 

Se valió de poemas y de una masa orquestal de acompañamiento (a veces con temas clásicos de fondo) para ponerle un marco más que adecuado al recitado de versos y poemas. Y, durante casi una década, Roberto logró que las chicas se “hicieran pi pi a chorritos” por él.

Sus discos se vendieron como pan caliente. Tanto los simples como los larga duración de los que llegó a editar 4. Era frecuentemente invitado a programas radiales donde desgranaba sus poemas con ese decir tan particular de alguien a quien, habrá que reconocerle, logró volver a instalar los temas melódicos en las preferencias del público. 

Ciertamente un grosso porque con él, mientras bailábamos, podíamos intentar apretar a las chicas… al menos un poquito. Grande maestro...     

Y lo vamos a evocar con una de sus más grandes creaciones: “Hace una larga angustia” que nos recita desde este videíto…