miércoles, 21 de septiembre de 2016

EL TUL DE LA ILUSIÓN

(By Cristina Garbiero) Un recorrido por la historia del vestido de novia desde el antiguo Egipto hasta nuestros días. 
Además, aparecerán los atuendos nupciales de las reinas, princesas, estrellas de Hollywood, diosas del cine europeo, actrices argentinas, y también los que lucieron las señoritas de la sociedad bahiense de otras épocas... 

LA PRINCESA GIOVANNA
Era hija de Vittorio Emanuele III (el último rey de Italia) y de Elena Petrovich Nigeos (princesa de Montenegro). Y se casó con el rey Boris III, de Bulgaria, el 25 de octubre de 1930.
Giovanna tenía una profunda devoción hacia San Francisco de Asís. Tanto que se hizo terciaria franciscana y quiso que su matrimonio se celebrara en el pueblo natal del santo.
La princesa pasó a ser reina de Bulgaria con una boda celebrada bajo el rito católico y sin gran pompa. No asistieron reyes ni nobles extranjeros. Pero si asistió el dictador italiano Benito Mussolini. 


Tampoco hubo joyas deslumbrantes. Las campanas se echaron a vuelo y, por indicación de la princesa, se sirvió una comida especial a centenares de pobres.
Giovanna llevaba la tiara de las flores de lis, que había pertenecido a la madre de Boris (la princesa María Luisa de Parma).
La razón de las flores de lis era porque María Luisa venía de la rama de los Borbones.
El pueblo búlgaro aceptó a la reina consorte POR la ascendencia eslava de su madre (la princesa Elena de Montenegro). 
En enero de 1933 Giovanna dio a luz a su primera hija, la princesa María Luisa (así llamada en honor a la difunta madre de Boris III), y en 1937 nació un heredero varón: el futuro Simeón II.
Tanto ella como su esposo, el rey Boris II, arriesgaron su vida y su seguridad personal para proteger a los judíos de la deportación y para brindarles un tránsito seguro hacia áreas que no estaban ocupadas por los nazis. Gracias a ello ningún judío en Bulgaria fue deportado.

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